El
síndrome premenstrual (SPM) es la pesadilla de algunas mujeres. Sin embargo, no
todas sufren con este como se cree, y menos a toda hora y cualquier día del año,
como suelen acusar estereotipadamente muchos hombres. Generalmente se presentan
solo algunos síntomas con una intensidad variable. Su aparición se da unos días
antes de la menstruación y tiende a desaparecer luego de iniciada esta. Las
molestias físicas como dolores de cabeza o de barriga, hinchazón, aumento de
peso, cambios en el apetito (antojos por ciertas comidas) o sueño; son algunos
de los cambios que pueden aparecer. Los síntomas emocionales como
irritabilidad, tristeza, ansiedad y tendencia a llorar también afectan a las
mujeres aunque solo interfieren con su vida cotidiana en algunos casos. Para
diagnosticar este síndrome es necesario que las molestias se presenten, al
menos, en tres ciclos menstruales consecutivos. El tratamiento dependerá de la
gravedad de los síntomas por lo que será necesario hacer un registro de estos
durante algunos meses, a fin de brindar la información necesaria al
especialista. En la mayoría de casos se puede aliviar las molestias físicas y
emocionales introduciendo algunos cambios en la dieta y los hábitos cotidianos.
El ejercicio regular, la relajación y una nutrición saludable pueden ser de
gran ayuda para contrarrestar los fastidios.
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