La niñez siempre se asocia
con una etapa idílica de juegos, sueños y fantasías. Una fase en la que todo es
diversión y no existen responsabilidades ni problemas; pero la niñez, como
cualquier otra etapa, viene también con dificultades, preocupaciones y temores.
No obstante, cuando los
niños viven en hogares funcionales en los que se ha construido un vínculo de
apego seguro, la comunicación entre padres e hijos es fluida y la contención
emocional es adecuada; las crisis de desarrollo típicas de la infancia serán
atendidas y minimizadas. En un clima de afecto y confianza es posible hablar si
se presenta un problema.
Lamentablemente, en otros
hogares ser niño no es nada fácil y las vivencias diarias de algunos se alejan
muchísimo de lo requerido para un desarrollo emocional saludable. El maltrato
emocional y físico, la negligencia e incluso la violencia sexual, pueden ser
parte de la vida cotidiana de un grupo de niños.
¿Cómo lidiar con algo así?
¿Cómo entender que tus propios padres o familia te maltraten? ¿Cómo hablar de
lo que ocurre en la escuela? La situación de estos niños es delicada ya que
dependen completamente de esos padres que los tratan mal o que están tan
alejados emocionalmente de ellos que no se dan cuenta de lo que les ocurre
dentro o fuera de casa. Unido a ello, el temor a hablar de algo que avergüenza
o que puede traer consecuencias negativas como perder el cariño de los padres o
perjudicar a su familia de alguna forma, también está presente.
Sin embargo, la necesidad de
expresar lo vivido es urgente. Para ello se requiere de un espacio en el que
puedan confiar, con adultos que le brinden seguridad y soporte emocional. Esto
es lo que puede ofrecer un proceso psicoterapéutico pero para eso, es necesario
que los padres detecten algún malestar en el niño y se preocupen por buscar la
ayuda necesaria.
¿Y quién socorre a los niños
que tienen problemas que no se atreven a contar a sus padres o que son fruto de
la relación con estos? Un espacio de escucha gratuito como el que ofrece el
Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR) les da la posibilidad
a esos niños de expresar sus dificultades, hablar de sus vivencias y recibir
una contención emocional momentánea. Además les brinda algunas herramientas
para afrontar sus problemas y buscar salidas adecuadas a sus recursos. Para
todos esos niños que sienten que nadie los escucha, una llamada a este teléfono
puede hacer la diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario