Se ha hablado bastante sobre
lo peligroso que es para niños y adolescentes entrar a internet por el riesgo
potencial al que pueden exponerse cuando interactúan con personas que no
conocen bien o al aceptar invitaciones de extraños. No obstante, la
preocupación por resguardar a los más pequeños a veces hace que los adultos dejen
de lado las precauciones necesarias en sus propias cuentas. Si bien estos saben
de sobra que no se debe aceptar a desconocidos en las redes sociales pueden
dejar al descubierto mucha más información de la que son conscientes si no toman
las previsiones precisas. Este fue el tema de un video que estuvo circulando en
internet en el que un psíquico sorprendía a varias personas con datos muy
específicos sobre sus vidas (todos proporcionados por los propios usuarios en internet).
Ello ocurre porque varias personas no saben modificar las configuraciones de
privacidad esenciales y comparten fotos de sus autos nuevos (con placa
incluida), el primer día de escuela de sus hijos con el uniforme (nombre de
colegio a la vista) o brindan información sobre sus actividades diarias que
puede ver cualquier persona con una computadora. No todo debe anunciarse al
mundo. La reserva que la persona mantenga en sus cuentas personales es la mejor
estrategia de seguridad.
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