El sol empieza
a brillar y es hora de cambiar los pesados abrigos por ropa ligera y más
escotada, lo que deja al descubierto esos kilitos que se acumularon en los
meses de invierno. Los gimnasios empiezan a abarrotarse y las 400 dietas a
circular con el anhelo de encontrar la receta mágica que te deje “regia” para
la temporada de playa; pero ¿funciona esto a pocos días de comenzar del verano?
Restringir la ingesta
de comida es una tarea difícil, sobre todo en nuestro país en el que comer es
el pasatiempo nacional principal. No obstante, seguir un régimen saludable no
implica quitarse todo lo que a uno le gusta, sino más bien medirse en las
porciones, saber combinar los alimentos y dejar de comer antes que reviente el
pantalón.
Además todos
sabemos que esta época no es la más adecuada para empezar a hacer una dieta.
Diciembre es, quizás, el mes en el que se come más en el año. Las invitaciones
a desayunos, brunchs, almuerzos, lonches y cenas navideñas están a la orden del
día. Cada uno de estos eventos se vive con culpa por las personas que buscan
bajar algunos kilos, quienes usualmente suelen repetir solemnemente que
empezarán dieta al día siguiente (me incluyo en el grupo).
Si usted es de
las personas que hace dieta constantemente es probable que varias veces haya
recuperado el peso perdido apenas dejó de hacerla. Ello se explica, de acuerdo
a las investigaciones sobre el tema, porque el cuerpo fija un peso como punto
de referencia e intenta mantenerlo con una serie de mecanismos como provocar
que el metabolismo sea más lento cuando se pierden algunos kilos. Para cambiar
este punto de referencia es necesario mantener el nuevo peso por largo tiempo.
La actitud que
cada uno tiene hacia la comida también influye sobre el éxito o fracaso para
lograr el peso adecuado. Se han hecho estudios comparando “comedores
restringidos” (los que hacen dieta todo el tiempo y piensan en comer permanentemente)
y “comedores no restringidos”, concluyendo que los primeros tienden a
atiborrarse de comida antes de empezar una dieta o al romperla, por lo que se les
hace más difícil perder peso a largo plazo.
Puede dar la
impresión que es necesario luchar contra nuestro cuerpo para alcanzar el peso
ideal pero es lo contrario. Es importante escucharlo, comer cuando se necesita
realmente, parar cuando estamos saciados sin llegar al malestar y también
aprender a sentirnos bien con nosotros mismos. No hay por qué castigarse, por
defecto o exceso. Matarse de hambre es tan poco saludable como comer hasta
reventar.
¿Qué hacer? A
estas alturas se debe aceptar que ninguna dieta saludable le hará perder 5 o 10
kilos en pocos días. Bajar de peso es una carrera de largo aliento e implica
cambiar los hábitos alimenticios y ser constante, porque los resultados se ven
a largo plazo y lo más difícil será, finalmente, mantener el peso alcanzado.
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