Toda persona busca satisfacer
sus necesidades, cualquiera que estas sean (físicas, psicológicas, sociales o
materiales) pero estas no siempre pueden ser cubiertas inmediatamente. La
mayoría de veces se debe esperar para alcanzar lo que se quiere, lo que implica
madurez. Es decir, poder postergar una
necesidad y tolerar la frustración que conlleva ello, es un logro del
desarrollo. Los niños tienen más dificultades para esperar que sus necesidades
sean cubiertas. Primero es la leche, luego un juguete, dulces u otros; y cuando
sus deseos no son atendidos es común que reclamen airadamente, dejándose llevar
por sus impulsos y hagan pataletas.
Estas suelen presentarse en
niños entre 2 y 4 años y expresan, en general, la dificultad del pequeño para
responder adecuadamente a una situación que lo frustra. En las pataletas los
niños expresan con el cuerpo (llanto, movimiento de extremidades, golpes y agresividad,
en algunos casos) todo lo que no les es posible poner en palabras. Es por ello imprescindible
que los padres puedan entender qué puede estar detrás de la rabieta para darle
la contención emocional necesaria. Estos deberán actuar como una suerte de
traductores de lo que el niño está sintiendo para ayudarlo a calmarse. Así
aprenderán a identificar sus emociones y comunicarlas efectivamente.
Ahora es necesario tener en
cuenta la edad del niño para responder adecuadamente. A más pequeños los niños,
menor será la tolerancia a la frustración y mayor la probabilidad de rabietas
cuando no se les da gusto.
¿Qué hacer? Dar todo lo que
piden al instante para evitar que lloren va a dificultar que puedan aprender a
tolerar la frustración, modular sus impulsos y saber que se necesita esfuerzo y
tiempo para lograr lo que se quiere.
Lo ideal es tener calma y
paciencia para ayudarlos a entender, poco a poco, que las cosas no se tienen en
el momento que se desean. Ello, por supuesto, no será una tarea fácil y en ocasiones,
será una lucha diaria. No obstante, los horarios y las reglas claras pueden ayudan
a interiorizar esto. Por ejemplo, la espera del postre luego de la comida,
salir a jugar o ver tele después de hacer tareas, esperar a su cumpleaños para obtener
el juguete soñado, u otras, son pautas que les permitirán ir postergando sus deseos
y desarrollando su tolerancia de una manera apropiada.
Los padres deben tener
constancia en este proceso, ya que estos logros no se consiguen rápidamente
pero serán imprescindibles para que estos niños en la adultez puedan trazarse
metas y alcanzarlas con tesón y persistencia a pesar de los obstáculos y
demoras que se presenten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario