La navidad y el año nuevo
son la época de la alegría, la unión y las celebraciones en familia. Cada año,
los adornos navideños cubren la ciudad, los villancicos se escuchan en cada
tienda comercial y los intercambios de regalos se organizan en las oficinas.
Todas las propagandas,
películas y escaparates recuerdan las fiestas y es imposible escapar a la
vorágine que se desencadena. El fin de año trae más movimiento en la casa, el
trabajo y las calles. Se deben terminar informes pendientes o presentar trabajos
finales de curso, asistir a innumerables compromisos (desayunos navideños,
almuerzos de la oficina, lonches del grupo de amigos, etc.) y además darse el
tiempo suficiente para comprar los regalos en medio del tráfico caótico de
diciembre.
¿Es posible lidiar con todo
esto sin perder la alegría y el espíritu festivo? Para algunas personas las
fiestas navideñas se convierten en un mandato. Es casi una exigencia tener una
navidad perfecta y un año nuevo espectacular. Es una fecha que están obligados
a celebrar pero que no pueden disfrutar completamente por los altos niveles de
estrés y la tensión concomitante.
Por ello no es extraño que
algunas personas se sientan abrumadas y presenten síntomas de ansiedad. La
falta de dinero, los problemas en el trabajo o con la pareja pueden causar
desilusión. Unido a ello, el inevitable balance personal del año y las
expectativas no cumplidas pueden llevar a las personas a sentirse frustradas y
sumirlas en emociones nada alegres.
Estar lejos de la familia,
una separación, problemas con parientes o haber perdido a un ser querido
durante el año, provocan que invadan sentimientos de soledad y sumerjan a las
personas en la tristeza.
En este sentido, es posible
que se presenten cuadros de depresión estacional en esta época. Es importante
buscar apoyo de las personas más cercanas, ya sean familiares o amigos. El
soporte emocional que se reciba será fundamental para amortiguar los
sentimientos de tristeza y desencanto. Además, es recomendable organizar las
actividades para no sobrecargarse, destinar un tiempo a hacer ejercicios y
darse el espacio para buscar momentos de relajación, aunque ello implique
perderse algunos eventos. No es saludable exigirse más allá de sus
posibilidades. Recuerde que más importante que alcanzar todos los objetivos y
tener una navidad de película es sentirse tranquilo y disfrutar de estas fechas
con apacibilidad y bienestar.
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