
domingo, 28 de abril de 2013
Cómo hablar de la muerte con los niños

Trabajo y familia
Todas las personas que
trabajan saben lo importante que es equilibrar las horas dedicadas a la familia
y las destinadas a lo laboral pero esto no siempre es sencillo. Teóricamente
tendríamos que dividir nuestro día en tres partes iguales: una para trabajar,
otra para dedicar a la familia y los asuntos personales y una tercera para
descansar. Sin embargo, algunas personas se ven obligadas a trabajar doce horas
diarias, tienen dos trabajos o son de las que viven para trabajar; lo que les
deja poco tiempo para disfrutar de momentos de ocio e intercambio con sus seres
queridos.
Si añadimos a lo anterior las
horas que pierde una persona en el trayecto de ida y vuelta de su trabajo, la
jornada laboral puede ocupar más de la mitad del día. Unido a ello el cansancio
al final del día puede dejar poco ánimo para disfrutar de los suyos. Esto puede
llenar de culpa a muchos padres y madres que tienen a sus pequeños esperándolos
ansiosos para pasar unos momentos con ellos.

Sin embargo, también hay una
serie de desventajas en esta modalidad. Trabajar en casa requiere ser más
organizado para no desperdiciar el tiempo con diferentes distractores como el
teléfono, el internet, la televisión, la preparación de múltiples aperitivos, y
sobre todo, las visitas sorpresa. Siempre hay personas que creen que trabajar
en casa significa tener tiempo ilimitado para conversar. Además de ello, se
debe desarrollar una concentración altísima, casi del nivel de un monje
budista, para realizar las tareas laborales mientras los niños revolotean
alrededor, piden y preguntan de todo. Si es su caso, tal vez le conviene más
trabajar en la mañana cuando los niños están en la escuela o en las noches
cuando todos los miembros de la casa duermen; y pasar las horas de la tarde
disfrutando de la familia.
Sea cual sea su caso, la
clave es no excederse en las actividades laborales. Es importante implementar
un horario y respetarlo. No lleve tareas pendientes a casa. Trate de utilizar
su jornada laboral lo más eficientemente posible para tener el tiempo
suficiente para compartir con los suyos. No importa si son solo dos horas las
que puede dedicarle a su familia, lo importante es que sean ciento veinte
minutos de calidad, en los que esté totalmente disponible para ellos.
domingo, 21 de abril de 2013
¿Cómo enfrentar el acoso laboral?

¿Qué hacer si su hijo es víctima de bullying?

Si detecta que su
hijo está siendo víctima de bullying debe buscar la mejor manera de enfrentar
el problema, ya que se trata de una situación delicada. Los niños generalmente
no quieren hablar con los adultos porque temen que el acoso empeore. Por ello,
es necesario tener cuidado de no agravar el problema con las actitudes y
acciones que se tomen apresuradamente. No haga ningún escándalo en el colegio o
con los padres del otro niño pero tampoco se mantenga al margen sin hacer nada.
La dificultad no se resolverá sola y es posible que empeore. Por ello hay que
buscar una forma reflexiva y racional de solucionar el problema.

No lo presione o
amenace, gane su confianza. Se debe mantener la calma y averiguar
detalladamente lo que sucede. Pídale que explique todo lo que ha ocurrido y
cómo ha reaccionado ante el acoso hasta el momento. Por más grave que sea la
situación deje claro que responder con violencia o buscar venganza, solo hará
que el problema continúe. Enséñele comportamientos asertivos para acabar con el
hostigamiento. Se debe reforzar la autoestima y las habilidades sociales del
niño. Una terapia de apoyo emocional ayudará al niño a sobreponerse y enfrentar
la situación.
Paralelamente es
recomendable hablar con el colegio. Pedirles que investiguen y tomen las
acciones correctivas correspondientes. El colegio debe citar a los padres del
niño agresor y recomendar un tratamiento psicológico para este. Pregunte qué
hará el colegio para prevenir nuevos casos y mantenga una comunicación
constante con los profesores.
No olvide que es
importante manejar el tema con mucho tacto para reparar el daño emocional y fomentar
la reconstrucción de las buenas relaciones interpersonales de todos los niños
implicados. No hay que olvidar que en ambos lados se requiere de ayuda
psicológica.
Etiquetas:
apoyo familiar,
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bullying,
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reparación emocional
lunes, 15 de abril de 2013
Ortorexia
No hay duda que comer
saludablemente es beneficioso. Mantener un balance entre los diferentes grupos
de nutrientes es lo más adecuado, así como privilegiar los alimentos naturales, orgánicos y evitar
los aditivos artificiales. Sin embargo, cuando la alimentación se restringe a
tal punto de excluir de la dieta la mayoría de alimentos por considerados “dañinos”,
la persona puede afectar su salud y su vida en general. El dicho “eres lo que
comes” es llevado al extremo por algunas personas que se obsesionan con la
calidad de los alimentos que ingieren y siguen una dieta de manera rígida. Limitarse
excesivamente por lo que se come puede conducir a un desbalance metabólico,
anemia y a otras complicaciones, además de otros síntomas de orden psicológico
como sentimientos de culpa cuando se rompe el régimen nutricional, ansiedad, disminución
de las actividades sociales y aislamiento. Steven Bratman acuñó el nombre
Ortorexia (apetito correcto) para definir este comportamiento. Si bien no está
clasificado como un cuadro clínico diferenciado, la Ortorexia se considera
entre los diferentes desórdenes que se incluyen en el Trastorno Alimenticio No
Especificado del Manual de Diagnóstico Mental (DSM). Es recomendable que las
personas que sufren de esta condición reciban ayuda psicológica. Todo exceso es
dañino y la compulsión por la salud no es la excepción.
Viaje inolvidable

Por ello, es natural que los y las estudiantes esperen con emoción pasar
unos días fuera de Lima con sus compañeros y sin la supervisión cercana de los
padres; especialmente si no han tenido la oportunidad de salir a acampar como
parte de las actividades escolares regulares. Aún son pocos los colegios que
incluyen viajes anuales en su programación académica.
Es esperable también quieran aprovechar al máximo esos días de
“libertad”. Se debe tomar en cuenta que esa edad está caracterizada por la
búsqueda de aventuras, emociones nuevas y, también en muchos casos, por romper
algunas reglas. Esto lo saben los adultos y por ello es preciso tomar las
precauciones necesarias. Ello no quiere decir prohibir cualquier iniciativa de
los jóvenes porque lo único que se logrará es que encuentren la manera de hacer
lo que desean a escondidas. Es imprescindible poner los límites adecuados sin
censurar demasiado los ímpetus adolescentes pero siendo firmes en algunas
pautas para evitar cualquier riesgo innecesario.
El colegio debe tomar en cuenta todas las previsiones para garantizar a
los padres la seguridad de sus hijos. Se debe dar a conocer el itinerario, los
lugares de alojamiento y visitas, así como presentar a las personas que
acompañarán a los jóvenes durante todo el trayecto. Es una gran responsabilidad
viajar con menores de edad, por lo que las personas encargadas deben estar
preparadas para manejar cualquier situación inesperada que pueda presentarse
con los adolescentes durante el trayecto.
Por supuesto, es comprensible que los padres se sientan nerviosos, especialmente
si es la primera vez que sus hijos viajan sin la familia; pero no es
recomendable que acompañen a sus hijos en el viaje. Deben entender que ese es
un momento importante para ellos y que se sentirán cohibidos con la presencia
de los padres. Se trata de un hito importante que deben transitar, un paso
hacia la independencia y autonomía.
Es un voto de confianza de ambos lados también. Es la oportunidad de
mostrar a los hijos que confían en ellos. Para los hijos, por otro lado, es la ocasión
de demostrar a sus padres que están madurando y que son capaces de actuar
responsablemente.
domingo, 7 de abril de 2013
Maltrato Psicológico
Ana se siente deprimida
porque su enamorado le dice constantemente que está gorda, Juan es tildado de
inútil todos los días por su pareja y María debe soportar los gritos e insultos
de su esposo en todo lugar. Estos tres ejemplos ilustran algunas maneras en las
que se puede expresar el maltrato psicológico en una pareja. No obstante,
muchas veces el abuso es tan sutil que es difícil de detectar. Se da en forma
de manipulación o indirectas que al inicio no dejan entender qué está
sucediendo pero provocan que la víctima experimente un malestar psicológico
permanente y se pregunte por qué se siente así. Es probable que le tome algunos
meses descubrir la verdadera intención detrás de las palabras y las actitudes
de la otra persona. Si usted está en esta situación es imprescindible que busque
ayuda de familiares, amigos o un terapeuta para lograr romper este vínculo, ya
que el abuso psicológico es un problema grave que va minando la autoestima de
la persona al hacerla sentir inferior, inadecuada y poco valorada. Si bien no
hay un peligro físico inminente, deja a la persona sin la posibilidad de
defenderse. Esta se va sometiendo cada vez más a un abuso constante que irá
creciendo con el paso del tiempo.
Salud Mental en el Perú
La salud mental es, de
acuerdo a la OMS, “un estado de completo bienestar
físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades”. Un buen sistema de
salud pública debe enfocarse no solo en el tratamiento y rehabilitación de las
enfermedades, sino también en la prevención de la salud mental a través de
programas específicos que beneficien a la población en general y a grupos
vulnerables.

El informe sobre la Situación
de la Salud Mental en el Perú realizado por Saavedra (2012) en el Hospital
Honorio Delgado - Hideyo Noguchi señala que hay mucho por hacer en este tema.
Algunos datos importantes que recoge este informe son:
La depresión y los problemas
de ansiedad son los problemas que muestran índices más altos en las diferentes
regiones del Perú. Le sigue la dependencia al alcohol que ocupa el primer lugar
en varios departamentos del interior del país. Además se consigna que más de un
tercio de personas en edad adulta ha padecido algún trastorno psiquiátrico
alguna vez en su vida.
No obstante, el acceso a la salud mental sigue siendo
muy bajo. De acuerdo a los estudios, en promedio, solo la cuarta parte de las
personas que percibieron problemas de salud mental en los últimos seis meses
recibió atención, porcentaje que disminuye hasta 13% en algunas provincias.
El estudio también recalca
que la pobreza es un factor que se asocia a una peor salud mental. En Lima solo
hay tres hospitales psiquiátricos que centralizan todos los casos y estos no
cuentan con los recursos suficientes. Además aún existe un significativo
prejuicio en torno al tratamiento de problemas psiquiátricos o psicológicos. La
mayoría de personas, de acuerdo al informe, no acude a centros especializados
en salud mental, sino a hospitales generales.
Si bien es cierto que cada
vez hay más personas que han dejado de lado la
estigmatización y busca ayuda psicológica, estos aún se restringen a un pequeño grupo que
puede invertir en un tratamiento privado. El gran porcentaje de personas no
tiene los recursos económicos para acceder a servicios particulares. A la gran
mayoría de personas no le queda más remedio que relegar el bienestar emocional
a segundo plano porque deben ocuparse de sobrevivir primero.
lunes, 1 de abril de 2013
Antihéroes

Hablar claramente
Es común que se presenten
problemas entre familiares o personas cercanas en algún momento de la convivencia
o relación. Si bien hay una infinidad de motivos que pueden acarrear
dificultades, en la mayoría de los casos las diferencias surgen por problemas
de comunicación entre ambas partes.
Las dificultades de
comunicación son la causa más común de los conflictos que pueden aparecer en
las relaciones interpersonales y son la base de la mayor parte de problemas en
general.
La comunicación siempre debe
ser clara y directa. Para ello es necesario asegurarnos que la otra persona
está entendiendo el mensaje de lo que queremos decir sin ninguna interferencia.
Esto no es fácil porque siempre se presentan algunas barreras en la
comunicación y es por eso que se debe hacer lo posible por disminuirlas a
través de una escucha activa y atenta, parafraseando lo que la otra persona nos
dice para confirmar que se entendió el mensaje.

Por otro lado, mentir es la
manera más rápida de complicar cualquier problema. Tarde o temprano la persona
termina enredándose en sus propios cuentos. Tampoco es una buena opción no
hablar cuando es necesario aclarar un malentendido. Cuando algo no se dice, y
la otra persona se entera por terceros de la opinión o la acción de alguien, el
dolor será mayor y puede ser tomado como una traición por la parte afectada. Los
problemas no se resuelven solos y no hablar de ellos solo prolonga el malentendido,
e incluso puede aumentarlo.
Cuando ya hay un conflicto
activo el silencio puede favorecer que se creen ideas erróneas e
interpretaciones basadas en suposiciones y no en hechos concretos. Cuando hay
un clima de tensión es necesario explicitarlo e iniciar el diálogo.
Una relación interpersonal
estable y saludable requiere de respeto, consideración y confianza. Esto se logra poco a poco, día a
día, gracias a una comunicación efectiva entre las partes. Los problemas
siempre se presentarán pero si se resuelven con entereza y prontitud, el
vínculo se fortalecerá.
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