sábado, 12 de diciembre de 2009

Trozos de Realidad

Antibióticos

Ya no recuerdo cuando llegué aquí. Sólo cuento las gotas del suero que caen con un ritmo estable. Sólo eso puedo controlar…




De pronto, la tranquilidad del cuarto se rompe con la irrupción de una enfermera:



- A ver mamás, tienen que ponerse de acuerdo. No podemos complacer a todas. Si una quiere aire acondicionado y otra no, ¿Cómo hacemos?



Trato de argumentar en mi rudimentario portugués que el aire está muy frío. Todas las madres explican su punto de vista y finalmente se decide apagarlo.



El cuarto vuelve a la calma. Cada niño en su cama desde donde ven la televisión. Unos minutos después, otra visita. Es la madre de Arturo, un niño del otro cuarto de pediatría. Entra contorneándose, buscando las miradas. Es difícil que pase desapercibida ya que es la única madre que usa taco aguja Nº 9 en el lugar. Ella cruza el umbral de la puerta pero inmediatamente después voltea y regresa a su cuarto. La madre de Rafael dice: como no hay ningún papá se regresa. ¿Te has dado cuenta Ana?, me pregunta.

Yo río y asiento sin dejar de ver las gotas del suero. El llanto de otro niño rompe nuevamente el breve silencio. Trato de calcular cuántas gotas más faltarán para que retiren el medicamento de la vena de mi hijo. Luego pienso que no importa, acaba esta dosis y en seis horas comienza todo de nuevo.

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