jueves, 29 de marzo de 2012


Análisis

La difícil adolescencia

Por: Adhara Ampuero Sala Psicóloga clínica

La adolescencia es una etapa de cambios. El crecimiento físico, el desarrollo cognoscitivo, social y emocional que experimentan chicos y chicas en un corto período traen, en ocasiones, algunas dificultades que los propios jóvenes y sus padres deben manejar.
Uno de los aspectos que se vuelve crucial en esta etapa es la importancia del grupo de amigos y la interacción social en general. ¿Ahora, qué es lo que más preocupa a los adolescentes en las relaciones interpersonales? La presión del grupo, la relación con el sexo opuesto, las peleas y reconciliaciones entre pares y las dificultades con los padres por las normas, el control y los castigos, son los temas constantes en la vida de los adolescentes.
Los padres suelen ver el comportamiento de sus hijos con cierta extrañeza, como si nunca hubieran pasado por esa etapa, y a menudo dicen que les es difícil entenderlos y comunicarse con ellos. Algunas características del pensamiento adolescente que influyen en la interacción social con los demás y podrían ayudar a entender muchas de sus actitudes y comportamientos son:
1. La audiencia imaginaria. Señala la tendencia del adolescente a sentir que es observado constantemente por otros, que la gente siempre está juzgando su apariencia y conducta.
2. La fábula personal. Refleja un sentido irreal de la propia singularidad. Se sienten únicos y especiales y pueden sentir que nadie pasa por las cosas que les suceden y, por lo tanto, nadie los puede comprender.
3. La sensación de invulnerabilidad. Otra característica que los hace pensar que nada negativo les sucederá a ellos sino a otros. Esto explica los grandes riesgos que pueden tomar sin plantearse las consecuencias.
4. La búsqueda de sensaciones. Describe la búsqueda de emociones y riesgos que se presenta en estos años y los lleva a probar nuevas experiencias.
Estas percepciones sobre sí mismos y los demás guían la conducta de los jóvenes y los ponen, a menudo, en riesgos innecesarios, a lo que los padres responden con mayor control y castigos. Ello dificulta el entendimiento entre padres e hijos y no facilita el acercamiento entre ambos lados.
Los adolescentes necesitan conversar de los cambios y las experiencias que viven día a día. La mayoría de chicos busca amigos u otras personas fuera del hogar para hablar de sus dificultades y no siempre recibirán los mejores consejos. Es necesario acercarse a ellos como padres y tratar de entenderlos. Solo recuerde cómo era y qué sentía hace 20 años.
Publicado en la sección En familia de El Comercio el jueves 29 de marzo de 2012. http://elcomercio.pe/impresa/notas/dificil-adolescencia/20120329/1394136/?ref=qdn

domingo, 25 de marzo de 2012

Bajo presión


Fecha límite para entregar informes en una oficina. José busca los datos necesarios mientras va organizando la información tranquilamente, mientras Juan está visiblemente angustiado, no logra hacer nada y reacciona violentamente cuando alguien le pide ayuda. ¿Qué diferencia a las personas capaces de rendir bajo presión de las que no logran hacerlo? La capacidad para trabajar bajo presión se entiende como la habilidad para realizar tareas eficientemente en contextos adversos. En términos generales, se necesita un buen control de impulsos y una adecuada tolerancia a la frustración para mantenerse enfocado en la tarea a pesar de las dificultades o condiciones desfavorables. Ello implica modular las emociones para poder utilizar eficientemente todos los recursos personales. Algunas personas se bloquean cuando están bajo situaciones de tensión, mientras otras parecen necesitar ese monto de adrenalina extra que se dispara cuando se encuentran en circunstancias difíciles. Si bien en el segundo caso se logra producir satisfactoriamente, algunas personas solo ejecutan las actividades cuando se encuentran en esas circunstancias pero les es difícil realizar sus tareas en situaciones cotidianas. Ello tampoco es conveniente para realizar una labor óptima. Lo ideal es planificar y realizar un trabajo estructurado con suficiente tiempo y las condiciones adecuadas; y también ser capaces de rendir cuando se presenten situaciones estresantes eventuales. Es importante remarcar que no es posible trabajar permanentemente bajo tensión. Si el nivel de presión es excesivo y constante, cualquier persona terminará enfermándose. 

jueves, 22 de marzo de 2012

Hábitos y horarios en casa


Marzo es un mes complicado para padres e hijos. Luego de varias semanas de vacaciones, los niños deben readaptarse al horario escolar: levantarse temprano, almorzar más tarde, hacer tareas, dormir más temprano, entre otras actividades necesarias para organizar el tiempo y la rutina diaria. Ello es difícil, sobre todo los primeros días, pero indispensable para todos, especialmente para los chicos.

Los niños no nacen con hábitos de estudio ni el autocontrol necesario para establecer una organización elaborada de tiempo y actividades; necesitan normas y hábitos adecuados que les provean una estructuración clara. Ello les permitirá estudiar y realizar todas sus tareas ordenadamente y les brindará además seguridad, control y responsabilidad sobre sus obligaciones, lo que deberá ir creciendo a medida que el niño lo hace. Es por ello, que se debe crear un horario adecuado que le permita organizar sus actividades y adquirir hábitos saludables, desde levantarse temprano, desayunar, ir al colegio, hacer tareas, comer, bañarse y dormir a horas adecuadas.
Algunas pautas útiles en relación a esto son:

Elabore el horario de actividades con su hijo. Si bien el padre es el que organizará el tiempo, es importante escuchar y motivar al niño a que participe en su horario. El objetivo es que se sienta cómodo con la distribución de las actividades para que pueda seguirlas con facilidad.

Premie el esfuerzo y el cumplimiento de tareas y actividades diarias. Ello lo motivará a seguir realizándolas y permitirá que adquiera gusto por la organización y disciplina.

Sea flexible. Si bien los horarios deben respetarse, hay algunas circunstancias en las que se puede hacer una excepción en algunos puntos del horario y rutina. Por ejemplo, cuando surgen actividades ocasionales (una reunión familiar, cumpleaños de amigos, etc.).

No se olvide del descanso. Es imprescindible que se tome en cuenta en el horario un tiempo apropiado para descansar o hacer actividades recreativas como jugar, dibujar o dedicarse a algún pasatiempo.

Limite las horas de televisión, computadora o videojuegos. Se debe dosificar estas actividades pero no las elimine completamente. Tome en cuenta que los niños y particularmente los adolescentes, comparten ciertos códigos que les permiten sentirse adaptados socialmente y parte de su grupo de pares.

Para terminar, es fundamental que los padres den el ejemplo, mostrando hábitos apropiados y manteniendo el orden en sus actividades. No hay que olvidar que buena parte del aprendizaje de los niños se da por imitación.

domingo, 18 de marzo de 2012

Temperamento

Una de las preocupaciones más comunes en los padres, y que comúnmente los lleva a buscar ayuda psicológica para sus hijos, es lo que ellos describen como excesiva timidez. “Quisiera que tratara a mi hijo porque no tiene muchos amigos, se pasa el día leyendo o en la computadora, no le gusta salir”. Lo más probable es que haya sido así siempre. Cada niño nace con un temperamento característico. Kagan, en sus estudios sobre desarrollo infantil, señala que un tipo de temperamento común en los recién nacidos es el “niño tímido”. El temperamento describe características estables de comportamiento que se mantienen durante la vida. Ello no es un problema psicológico, sino más bien una manera de desenvolverse en el mundo, un tipo particular de funcionamiento. Los niños tímidos generalmente son introvertidos (otro tipo de temperamento). Es decir, su energía se orienta hacia su propio mundo interno, son analíticos, poco sociables y buscan la soledad. Estas características los hacen proclives a investigar, desarrollar su imaginación, enriquecer su mundo interno; así como los extrovertidos tienden a ser sociables, disfrutan de trabajar en equipo, toman la iniciativa en actividades, entre otras. El problema es que se privilegia un tipo de temperamento, el extrovertido, y se toma al otro como una dificultad que debe ser corregida. Esto es un error, cada persona puede desarrollar todo su potencial si se le estimula adecuadamente, y aquí el soporte emocional de los padres es fundamental. 

jueves, 15 de marzo de 2012

Comunicación y brecha generacional

La buena comunicación es fundamental para mantener una adecuada interacción social. De hecho, la mayoría de los conflictos en cualquier ámbito surge por problemas en ella. Cada persona tiene diferentes percepciones, creencias, intereses e incluso estereotipos que van a influir en cómo interpreta el mensaje que se recibe del interlocutor, así como las respuestas que se brinden a este.
En el caso de la relación entre padres e hijos, la comunicación efectiva será básica para lograr un vínculo estrecho entre estos. La buena comunicación implica respeto, comprensión y afecto de ambos lados. Ello por supuesto, no es sencillo; se debe construir paso a paso.
Uno de los factores que puede dificultar la comunicación entre padres e hijos es la brecha generacional, que está siempre allí aunque se hace más explícita cuando los hijos crecen. Cuando son pequeños, la comunicación tiende a ser imperativa: los padres ponen las normas y los hijos obedecen. Sin embargo, es importante que se incentive a los niños a dar su opinión, a formar un juicio crítico y expresar sus ideas e intereses. Es preciso recordar que la comunicación es un proceso bidireccional. Solo de esa manera mejorarán sus habilidades de comunicación.
En la adolescencia, por otro lado, pueden presentarse más dificultades entre padres e hijos y será imprescindible lograr una comunicación efectiva para solucionar los problemas y las diferencias de opinión que existan. Los adolescentes empiezan a tomar sus propias decisiones, están descubriendo quiénes son y qué quieren hacer con su vida, y los padres deben adaptarse a los nuevos retos que esto implica. El mundo cambia constantemente, y las maneras de comunicarse de hoy son completamente diferentes a las utilizadas hace 20 años. Los canales de comunicación que utilizan los jóvenes hoy son, en muchos casos, completamente extraños para los padres. Si bien compartimos el mismo lenguaje, la jerga, las abreviaturas que se utilizan en los mensajes de texto y redes sociales, entre otras; hacen que los padres se sientan completamente ajenos al mundo de su hijo. Y lo que se siente ajeno, causa temor, suspicacia y generalmente busca ser reprimido. Ello ocurre con muchos padres que intentan evitar que los hijos pasen demasiado tiempo en la computadora, con el celular u otros dispositivos electrónicos de comunicación. No obstante, reprimir no logrará que la comunicación mejore, al contrario. Por ello, es importante promover la comunicación encontrando códigos comunes. Trate de acercarse afectivamente a su hijo, intente ver las cosas desde su punto de vista, escúchelo y respete su opinión. Negocie, no imponga ideas.

domingo, 11 de marzo de 2012

Imagen e identidad

Es un dicho popular que una imagen vale más que mil palabras. Y es que una imagen puede condensar una diversidad de contenidos y mensajes. Ello también se aplica, en alguna medida, a la imagen personal captada en las fotos, aunque en esta época, sería más exacto decir: “la imagen lo es todo”. Y es que por donde uno mire, la preocupación por la imagen que se proyecta a los demás parece ser lo más importante. La cámara de fotos se ha vuelto un artículo tan esencial como la billetera, el celular o las llaves de la casa; y no es extraño que la red social más famosa se llame “facebook”, algo así como libro de caras. Esta está cada vez más centrada en la publicación de imágenes y las personas invierten una cantidad considerable de su tiempo escogiendo su foto de perfil, de portada y armando sus álbumes de fotos. Cada momento de la vida es retratado y publicado. Cada imagen que se postea expresa emociones, estados de ánimo y actitudes. Las personas se reeditan constantemente y a veces da la sensación de que con cada foto se intenta reconfirmar una y otra vez que el que aparece es uno mismo, reconocerse. Algunos pueblos temían a las fotos porque creían que capturaban el alma de las personas. En la actualidad, en ocasiones, da la impresión de que las fotos intentan evitar que se desvanezca la propia identidad.
*Publicado el 11 de marzo en el segmento Mi Hogar de El Comercio.

domingo, 4 de marzo de 2012

Ellas los prefieren …

Así como se dice que los hombres prefieren a las mujeres brutas, también hay algunas afirmaciones respecto al gusto de las mujeres para elegir pareja. “Ellas prefieren a los chicos malos”, “ellas buscan un hombre que no existe, un superhombre, un príncipe azul”. Todas las generalizaciones son inexactas pero seguramente hay una porción de verdad en cada afirmación. Por ejemplo, la atracción por los chicos “malos” se repite una y otra vez en el cine y seguramente tiene que ver con la rebeldía, misterio e incluso el peligro que caracteriza a estos personajes. Sin embargo, aunque ello resulta excitante en la ficción no lo es si se piensa a largo plazo. Los chicos malos no son buenas parejas y las mujeres lo saben. En cuanto a la predilección por el azul, ello es parte de la socialización y la influencia de los cuentos de hadas. Al crecer una se da cuenta que los príncipes no existen. No obstante, es verdad que la mayoría de mujeres busca alguien que crea en el amor, que sea inteligente, fuerte, valiente y que pueda protegerlas. Pero al final, lo que buscan las mujeres son características más sencillas aunque igual difíciles de encontrar: alguien que pueda ayudarlas a solucionar los problemas cotidianos, en vez de ser una carga que arrear o un hijo más; alguien que se responsabilice por las cosas y se comprometa en la relación. No es tan difícil, ¿o sí? 
*Publicado el domingo 4 de marzo en el segmento Mi hogar de El Comercio.