jueves, 28 de julio de 2011

Etapa de búsqueda

La juventud se caracteriza por su ansia de búsqueda, experimentación y sensación de vulnerabilidad. Los jóvenes piensan que nada les va a ocurrir y ello los lleva, muchas veces, a correr riesgos sin tomar en cuenta las consecuencias de sus actos. Unido a ello, la búsqueda de identidad personal, tarea principal de la adolescencia, puede llevarlos a experimentar, de acuerdo a Erikson, diferentes identidades “negativas” antes de lograr consolidar una identidad estable. Estas identidades “negativas” o difusas que se expresan generalmente como una abierta rebeldía y oposición hacia los padres, tienen como objetivo diferenciarse de estos y de los demás, encontrarse a ellos mismos y alcanzar su singularidad como personas. Ello lo observamos por ejemplo, en los miembros de las pandillas que buscan en la identidad grupal su particularidad, ya sea esta positiva o negativa. El grupo les brinda la cohesión y estabilidad necesarias mientras cada miembro está en proceso de encontrar y consolidar sus características propias. Sin embargo, esta pseudoidentidad previa puede llevarlos a involucrarse en problemas de drogas o incluso delitos por el afán de sobresalir de alguna manera. Cuando los jóvenes logran consolidar una identidad real y propia, unificando las diferentes identificaciones previas infantiles y definiendo qué quieren ser y cuál es el sentido de su vida, las identidades “negativas” se dejan de lado. El papel de los padres en este proceso es acompañar a sus hijos en esta fase de búsqueda y experimentación de diferentes roles, guiándolo y aconsejándolo pero sin limitar su autonomía, ya que cualquier censura o presión podría traer más rebeldía.
Un extracto de este texto aparece en el Punto de Vista del segmento Zona Familiar del lunes 25 de julio de 2011.
http://elcomercio.pe/impresa/notas/ayude-su-hijo-decir-no-drogas/20110725/944986


miércoles, 27 de julio de 2011

Flacas y gordas

¿Cómo es posible que en un grupo de mujeres de diferentes tallas, pesos y formas de cuerpo, todas digan que están gordas? Cada una sentencia que está obesa y se siente realmente fastidiada con sus kilos de más aunque algunas parecen tener kilos de menos. Por supuesto las más “llenitas” miran pasmadas a las otras. ¿Se puede estar gorda y ser talla 28?, ¿Cuándo podemos afirmar que una persona está gorda? Evidentemente hay ciertos criterios médicos que alertan cuando el peso está por encima del promedio. El IMC es un intento de establecer parámetros para ello. El problema es que para algunas mujeres la gordura puede convertirse en un estado mental. Se sienten gordas aunque para la mayoría no lo estén. Pareciera que en el peso se canalizan todas las preocupaciones y frustraciones. A veces es más sencillo decir: “Estoy gorda” a decir: “No me estoy sintiendo contenta conmigo misma en este momento”, o “hay algo que me molesta y que quiero cambiar”. Esto es resultado de nuestra obsesión con la imagen corporal por la permanente presión social relacionada al peso y las medidas. “El mundo se divide en flacos y gordos” decía una amiga, y esto lamentablemente es real para muchas personas. Si es tu caso, es hora de empezar a ver otros matices, porque si no tu mundo puede volverse un infierno.

*Publicado en la sección Mi Hogar de El Comercio el domingo 24 de julio de 2011.

lunes, 18 de julio de 2011

Autoestima y dislexia

PUNTO DE VISTA
Que no afecte
su autoestima
Por: Adhara Ampuero Sala Psicóloga clínica
Lunes 18 de Julio del 2011

Un estudio español que evaluó a grupos de niños con dislexia determinó que cerca del 80% de estos presentaba desajustes emocionales antes del diagnóstico. Esto debido a no saber que lo que les ocurría se debía a un trastorno, los llevaba a pensar que eran tontos, incapaces de aprender e inferiores a los demás.
Una vez diagnosticados, los niños pueden encontrar una causa específica de sus problemas de lecto-escritura y ello les permite luchar contra sus dificultades y esforzarse con mayor motivación aunque sea un camino duro y largo. La autoestima debe reforzarse continuamente a través del apoyo familiar y escolar. No los presione y entienda su ritmo de trabajo.

domingo, 17 de julio de 2011

Mamá en red

Las redes sociales no solo brindan la posibilidad de ponerte en contacto con personas que no veías hace años sino también con personas tan cercanas a ti como tus padres o hermanos. Esto puede ser beneficioso ya que pueden compartir fotos, enviar mensajes instantáneos para coordinaciones de último minuto o comentar noticias; pero también puede traer algunas dificultades. Por ejemplo, ¿has pensado cuáles son las ventajas y desventajas de tener a tu mamá conectada permanentemente en tu facebook? Si tu mamá es de las que no se llevan bien con las computadoras, lo más probable es que solo sea una silueta femenina en fondo celeste que únicamente aparece en tus contactos cuando la etiquetan en alguna foto familiar o nota; pero si tu mamá es una cibernauta aplicada, ya te pasó en contactos y tienen como 100 amigos en común, podrás interactuar permanentemente con ella y compartir información, contenidos, fotos y comentar cada nueva actualización y chisme de conocidos. Todo bien hasta allí y hasta favorable a la relación. No obstante, también hay algunas desventajas al tener una “mamá facebookera”. Por ejemplo, puede llamarte al celular a cualquier hora preocupada por tu actualización de estado: “¿Te sientes bien”?, “¿Qué está pasando?”, o por los comentarios en tu muro: “¿Quién es ese que te comenta tanto?” o “¿Por qué publicas eso?” Ring…

Publicado en el segmento Mi Hogar de El Comercio el domingo 17 de julio de 2011.http://elcomercio.pe/impresa/notas/mama-red/20110717/879666

lunes, 11 de julio de 2011

La ilusión de las películas de desastres

¿Por qué nos gustan tanto las películas de desastres? Slavov Zizek señala que este tipo de historias nos permiten unirnos como seres humanos frente a un enemigo común o fatalidad. Nuestras diferencias y disputas culturales se diluyen y se resalta nuestra naturaleza humana, todos somos hermanos, colaboramos entre nosotros para vencer a lo que nos amenaza como especie. Lo que nos atrae de estas películas es que solo en esas circunstancias es posible cumplir nuestro deseo de comunalidad, de ser todos iguales y luchar por lo mismo.
Estas películas tienen un patrón similar en general: una amenaza latente que debe ser combatida para asegurar la supervivencia humana. Ahora, habría que diferenciar las películas en las que el enemigo es otra especie como alienígenas en donde la agresión y las diferencias se proyectan en los otros, los extraños, los invasores. Esto permite diluir los odios que se dan entre diferentes grupos humanos (por ideologías, creencias, razas, etc.). Así, las diferencias entre las personas se acortan porque hay un “otro” más lejano a nosotros. Las discrepancias se trasladan hacia ese “otro” con mayores diferencias frente a nosotros como humanos.
En otras películas, de desastres naturales, el enemigo, si se puede llamar así, es la naturaleza. Tenemos que combatir también para preservar nuestra existencia pero aquí la cuestión es más compleja, no podemos destruirla porque dependemos de ella, más bien debemos soportar la inclemencia de su fuerza destructiva y tratar de minimizar los daños, al mismo tiempo que la salvamos y nos salvamos como especie. Lo paradójico es que en la mayoría de casos, los responsables de los cambios que traen desastres somos los humanos. Entonces, a diferencia de un enemigo externo que viene a destruirnos, como los extraterrestres, aquí los causantes somos nosotros mismos. Esto complica la situación y la vuelve ambivalente: somos los buenos y los malos, somos los causantes del daño a la naturaleza y también los posibles salvadores.
De acuerdo a Klein, nuestro aparato psíquico se funda en dos posiciones: la esquizoparanoide y la depresiva. En la posición esquizoparanoide tendemos a dividir nuestro sí mismo y el mundo entre bueno y malo. Así proyectamos fuera de nosotros lo malo y nos quedamos solo con los bueno, pero si lo malo está fuera de nosotros resulta peligroso y nos amenaza, de allí el componente paranoide. En la posición depresiva en cambio, logramos integrar las partes en un todo, comprendemos que lo malo y lo bueno son parte de nosotros mismos, conviven dentro y fuera de nosotros. Ello nos lleva a la ambivalencia y a buscar reparar el posible daño que hicimos expulsando lo malo fuera, proyectándolo en otros. Esta integración es necesaria para el desarrollo mental, para relacionarnos con otros adecuadamente.
Si analizamos las dos clases de películas descritas antes, pareciera que en el primer caso, en las películas de invasión alienígena, está funcionando un mecanismo de escisión y proyección; en el segundo, en cambio, frente a las catástrofes naturales, tenemos que aceptar que somos la causa y la posible solución, lo bueno y lo malo. Se asemeja más al funcionamiento de la posición depresiva, lo que prima es la ambivalencia y la búsqueda de reparación. Y es hacia eso que van dirigidas las películas. El mensaje es que nos queda poco tiempo para reparar el daño a la naturaleza, debemos aceptar la culpa por los daños ocasionados y hacer algo para remediarlos. El argumento generalmente es el mismo, una voz solitaria fuera del “establishment” político que alerta sobre la inminente catástrofe y por supuesto no es escuchado a tiempo. Este héroe debe vencer diversos obstáculos para ser escuchado hasta que algún representante del poder es capaz de realizar un análisis crítico (aceptar la responsabilidad de lo que ocurre, integrar lo bueno y lo malo que se ha hecho) y darle la oportunidad de demostrar su teoría y su propuesta para salvar a la humanidad y al planeta. En estas películas, una vez que la élite política comprende que estamos en peligro y pone en marcha las acciones necesarias para salvarnos a todos, la humanidad se une dejando de lado diferencias y trabajamos juntos por el bien común. Aparece entonces la ilusión de unidad y comunión con la naturaleza, la posibilidad de integración y reparación como especie. Necesitamos creer en ello, nos da esperanza en que el futuro es prometedor y que hay posibilidad de un desarrollo ulterior.

lunes, 4 de julio de 2011

Desarrollo moral en la adolescencia

Al llegar a la adolescencia se espera que chicos y chicas hayan incorporado las normas y estándares generales trasmitidos principalmente por su familia y escuela. Dichas normas guiarán su conducta en cualquier situación y se ajustarán a las convenciones sociales y la ley. El desarrollo moral va a la par del desarrollo cognitivo. Los adolescentes en esta etapa pueden alcanzar un razonamiento más complejo y acceder a un pensamiento abstracto, lo que les permite inferir individualmente qué es lo correcto o incorrecto en una determinada situación, más allá de la presión externa. Para alcanzar un desarrollo elevado es imprescindible lograr una moral autónoma (que no necesita del control externo) y guiarse por principios universales, más que por el temor a una reprensión.