Empieza un nuevo año y con
este, 365 oportunidades para cualquier proyecto que uno se trace. Es el inicio
de otro ciclo temporal que deja atrás todo lo que ocurrió, o por lo menos, eso
es lo que quisiéramos creer en menor o mayor medida. La posibilidad de un nuevo
comienzo hace sentir a las personas renovadas, brinda la sensación de que todo
es posible y que se puede empezar otra vez. Esta impresión es común a las
personas y se ha visto en todas las civilizaciones y épocas. Mircea Eliade habla
del mito del eterno retorno y señala como en cada cultura se han realizado
ritos para celebrar el nuevo año. Este coincidía antiguamente a la época de
cosechas, y aunque cada cultura tenía fechas diferentes y ceremonias
específicas, todas las civilizaciones, antes y ahora, conmemoran el inicio de
un nuevo ciclo temporal. Hay una necesidad, señala Eliade, de una regeneración
periódica del tiempo, que evoca la repetición de la cosmogonía de la creación.
En estas ceremonias se busca suspender todo lo pasado, eliminar lo negativo del
año y para ello se realizan diversos actos como investir a un chivo expiatorio
que carga con todo lo que se quiere expulsar, el que ha llegado a nuestros días
como muñeco para quemar.
miércoles, 12 de febrero de 2014
Indignación
La indignación es un
sentimiento intenso y visceral pero también natural y necesario. Pero ¿por qué es
importante experimentar una sensación así? La indignación se produce ante un
acto que es considerado injusto, ofensivo o perjudicial. Se expresa por el
enfado, el enojo o la ira frente a un agravio. La in-dignación expresa que se
ha afectado la dignidad; y esta, es el respeto y estima que tiene alguien de sí
mismo y merece que otros consideren. La palabra “digno” viene del latín valioso.
Una persona digna es una persona con valor. Conservar la dignidad es mantener
el honor y hacer respetar los propios derechos como persona. Ello también vale
para los demás, por supuesto. Si otra persona es tratada de manera indebida o
injusta nos sentiremos indignados si somos capaces de ponernos en su lugar.
Diversas situaciones sociales llevan a experimentar indignación y es
imprescindible indignarse ante las injusticias para poder actuar frente a ellas.
No obstante, es fundamental aprender a canalizar ese sentimiento para no proceder
impulsivamente. Una emoción tan intensa puede llevar a reaccionar sin mediación
o procesamiento racional alguno y desembocar en agresión y violencia. Por ello,
es necesario transformar la indignación en el motor que lleve a acciones
constructivas y a cambios favorables para todos.
martes, 11 de febrero de 2014
Beneficios de la música
Tal vez usted sea de las personas que suben al auto y
prenden la radio inmediatamente o entran a la ducha y no pueden evitar cantar. La
música es parte importante de la vida y es una vía de comunicación que conecta
a las personas. Todas las sociedades desde la antigüedad han desarrollado
diferentes ritmos y es a través de la música que podemos comunicarnos con
personas de todo el mundo incluso sin decir una palabra.
Pero ¿por qué es significativa la música para nuestra
vida, cómo nos influye y cuáles son sus beneficios? Esta se asocia a nuestras
emociones. Una melodía alegre levanta el ánimo, así como una melodía lenta
puede ayudar a calmar. Por otro lado, la música con acordes más rápidos ayuda a
activarnos y lleva a movernos. Esto ocurre porque nuestro cerebro responde a
los estímulos musicales. Un estudio neuropsicológico comparó los datos de
encefalogramas de estudiantes cuando escuchaban música agradable (alegre,
placentera) y música desagradable (que evocaba miedo o tristeza). Se comprobó
que el primer tipo de melodías activaba las mismas regiones cerebrales que se activan
cuando uno se siente feliz, mientras que el segundo grupo afectaba regiones
relacionadas al temor o tristeza.
Ello quiere decir que la música tiene el poder de
evocar diferentes emociones pero no solo ello, también logra modificar nuestros
signos vitales. La respiración, el ritmo cardíaco, el pulso, la temperatura
corporal, la presión arterial y hasta la tensión muscular. La música rítmica y
lenta calma mientras que la música rápida y fuerte produce excitación emocional
y acelera los ritmos corporales. Pensemos en los efectos de un mantra o una
pieza de rock pesado. Cada uno producirá efectos diferentes en nuestro cuerpo.
La música puede traer diversos beneficios para la
salud. Ayuda a reducir el estrés, relaja, e incluso, ayuda a disminuir el
dolor. Diversas investigaciones indican que además, tiene efectos favorables en
el sistema inmunológico y hasta propiedades antiinflamatorias.
De hecho, una técnica psicoterapéutica utiliza la
música como herramienta para mejorar la salud de las personas. La musicoterapia
permite abordar diferentes dificultades y explorar el mundo interior a través
de ritmos y melodías. Ayuda a disminuir la tensión emocional, aumentar los
niveles de relajación y tratar algunos síntomas psicológicos a través de la
expresión individual.
No cabe duda que la música ayuda a mantener nuestro
equilibrio físico y emocional. Así que cántela o escúchela, cualquier tipo de
música que le agrade y relaje será beneficiosa.
Edad adecuada para entrar a la universidad
Las opciones para estudiar
en la universidad son abundantes hoy en día. Hay varias universidades con una
oferta amplia de carreras que ofrecen además varias modalidades de admisión, e
incluso, han empezado a captar a estudiantes de los últimos grados de
secundaria.
Seguramente en términos de
marketing es una excelente idea pero ¿están los chicos de 14 años preparados
para pensar lo que quieren estudiar y esbozar una decisión vocacional tan
temprano?, ¿hay una edad específica para tomar esa decisión? No la hay. Cada
joven tiene su propio ritmo y recorre un camino particular de descubrimiento
personal pero ello toma tiempo. Algunos pueden tener claro lo que les gusta
desde la adolescencia temprana, pero no es el caso de la mayoría; y si toman
una decisión apresurada lo más probable es que cambien de opinión a mitad de
camino y deban empezar todo el proceso nuevamente.
Decidir que se va a hacer el
resto de la vida no es una decisión fácil. ¿Cómo ayudarlos a determinar su vocación?
La tarea de los padres es acompañar el proceso de clarificación de la vocación
de sus hijos sin interferir. Pueden ayudarlos abriéndoles el panorama,
brindándoles información sobre todas las áreas que le interesen o permitiéndoles
acercarse a profesionales que les den una idea pragmática del área que
desarrollan.
Si bien las universidades, los
colegios y la sociedad en general empujan a los jóvenes a decidir rápidamente,
es importante que los padres no los presionen. Se les debe brindar el tiempo necesario
pero, por supuesto, sin dejarlos que abandonen la decisión y se queden
indefinidamente sin hacer nada. Tampoco es recomendable imponerles una carrera.
Ellos solos deben decidir qué es lo que quieren estudiar, aunque la tradición
familiar dicte otra cosa.
Ayúdelos a reflexionar sobre
lo que realmente les gusta, pregúnteles cuáles son sus hobbies, qué soñaban
hacer cuando eran niños, evalúe con ellos sus habilidades y talentos. Por allí
están las pistas.
La búsqueda de la vocación
no es algo externo. Es más bien un proceso de reconocimiento interno. Tiene que
ver con lo que somos, es parte de la propia manera de ser y se relaciona con
nuestra identidad. Por ello, las personas que encuentran su verdadera vocación
se sienten realizadas y tienen la sensación de que todo encaja y están en el
lugar donde deben estar, haciendo lo que más les gusta. Es una de las
decisiones más importantes que tomarán en su vida y por ello requiere del
tiempo necesario. No los apure.
Refuerzo escolar
Si bien ya acabaron las
clases, algunos padres tal vez están pensando reforzar el aprendizaje de sus
hijos en las vacaciones como hicieron durante todo el año. Es probable que los
resultados de la evaluación PISA hayan alarmado a más de uno y busquen
contratar algún profesor, especialmente para matemáticas. ¿Son útiles estas
clases?
Se supone que la enseñanza escolar
debería ser lo suficientemente buena para que los niños puedan alcanzar los
resultados esperados sin necesidad de ayuda extra. Si no es el caso, y se
necesita un profesor para que el niño o niña aprenda todo lo que no pudo
interiorizar en clase, algo no está funcionando. El colegio no tiene buenos
maestros o estos no son didácticos.
Algo que comparten los
lugares que han tenido buenos resultados en la evaluación PISA es que la
selección de los maestros es exhaustiva y estos reflejan alto compromiso y
motivación para enseñar. Si este punto se cumple, entonces debemos examinar el
proceso de aprendizaje del alumno. Cada niño tiene su propio ritmo y en los
colegios, generalmente, se avanza de acuerdo al promedio. Si la escuela no es
personalizada, es probable que algunos niños queden a la zaga y les sea difícil
remontar sin ayuda. Ello empeorará si la escuela exige aprender antes de
tiempo.
De acuerdo a Piaget recién a
los 7 años los niños acceden al período de operaciones concretas, en el que
logran pasar al pensamiento racional, iniciar el aprendizaje de operaciones
básicas, desarrollar la capacidad de clasificar y agrupar en base a diversos
criterios y establecer nociones como la conservación de número, materia, peso y
volumen. Por más que se apure a los niños, no se lograrán resultados si no han
alcanzado la madurez cognitiva necesaria.
Hay una tendencia creciente a
adelantar los aprendizajes en los colegios y se hace creer a los padres que ello
es positivo pero puede ser contraproducente y provocar que algunos niños desarrollen
aversión al aprendizaje en vez de facilitar su instrucción y motivarlos a
aprender. Es por ello que países como Finlandia tienen como criterio iniciar la
formación primaria a los 7 años.
No obstante, las clases
extracurriculares serán útiles en el momento apropiado y para reforzar puntos específicos sin sobrecargar
al niño. Si estas deben reemplazar las lecciones de la escuela, es mejor
evaluar si la enseñanza en esta es la más adecuada o si es necesaria una
terapia de aprendizaje que se centre en los procesos básicos de razonamiento
matemático.
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