lunes, 27 de febrero de 2012

Los hombres las prefieren …

Se dice generalmente que los hombres las prefieren brutas, incluso hay una serie que se centra en este tema. Es que esta idea está tan extendida entre ambos sexos que muchas mujeres creen que deben seguir mostrándose débiles, tontas y desprotegidas para poder relacionarse con ellos. Esto por supuesto tiene algún asidero real. Cualquier mujer sabe por ejemplo, que discutir de igual a igual con un policía de tránsito le va a hacer perder varias horas, mientras que haciéndose la tonta logrará rápidamente un “siga nomás señorita”. Sin embargo, no hace ningún bien mantener este estereotipo y ello felizmente está cambiando. Florence Thomas, columnista de El Tiempo, asevera que los hombres de hoy prefieren y buscan amar a mujeres inteligentes y autónomas, ya que ello les permite competir con ellas y reconocerlas como pares. La verdad, creo que hay de todo un poco, hombres que buscan mujeres inteligentes con las que puedan compartir una relación equitativa y complementaria, en la que ambos se enriquezcan con las ideas del otro; y también los que buscan mujeres que no les hagan sombra, que solo escuchen sus ideas y los admiren incondicionalmente. Estos hombres no admiten competencia, porque se sienten inseguros e intimidados con una mujer que pueda rebatir sus argumentos. Lo que queda claro es que solo es posible establecer relaciones enriquecedoras y equitativas con el sexo opuesto cuando tanto hombres como mujeres se sienten seguros de sí mismos.
*Publicado el domingo 26 de febrero en el segmento Mi Hogar de El Comercio.

lunes, 20 de febrero de 2012

La versión de Eva

Nunca dejan de sorprenderme las explicaciones de los hombres - no todos, espero - sobre algunos temas concernientes a la relación entre ambos sexos. Hace unos días leí un comentario en una red social sobre una foto que invocaba a los chicos a ponerse en el lugar de las mujeres, aludiendo que a éstas les gusta que los hombres aprecien sus curvas. Ah ok, todo sucede porque a las mujeres les gusta, no a ellos. Qué fácil es tirar la pelota a la otra cancha y mostrar cara de “yo no fui”. Las relaciones entre las personas no son unidireccionales. A las mujeres les gusta ser apreciadas pero ello no significa que les encante ser reducidas a una sola zona de su anatomía. Tampoco utilizan el transporte público porque les gusta que las toquen, como afirmó otro conocido. Lo hacen porque es el único medio al que pueden acceder. Sería ideal que todas las personas tuvieran auto propio, aunque sería mejor que las chicas no tengan que estar pendientes de si las roban, las tocan o les dicen obscenidades yendo al colegio. Y ello solo implica que ellos las respeten como personas. Es increíble cómo en esta época se siguen repitiendo patrones y estereotipos sexistas que favorecen que se culpabilice a las mujeres por lo que les sucede. Las cosas son mucho más complejas de lo que parecen para simplificarlas de esa manera, sino pensemos en lo que diría Eva. 
*Publicado el domingo 19 de febrero de 2012 en el segmento Mi Hogar de El Comercio.

domingo, 12 de febrero de 2012

Enamorarse del amor

Algunas personas se enamoran una y otra vez en tiempo record. Bastan dos citas para que se sientan en las nubes y vean a la otra persona como la ideal para pasar el resto de sus vidas. Para la mayoría, estar enamorado es una sensación incomparable y esa es la razón por la que en ocasiones uno puede enamorarse de una fantasía, invistiendo a la persona que recién conoce con todas las gracias y cualidades desde el primer momento. Es cierto que todo enamoramiento conlleva una idealización de la persona pero cuando alguien se enamora de la idea del amor, esta idealización es aún mayor, ya que hay pocos insumos que provee la pareja y es la propia mente la que elabora una relación perfecta. Esta idealización generalmente se va diluyendo, ya que poco a poco uno va contrastando la fantasía con la realidad y la brecha entre lo que uno imagina y lo que realmente pasa se va acrecentando hasta la desilusión. Sin embargo, cuando las personas se toman el tiempo suficiente para conocerse e ir formando un vínculo, la relación se fundamenta sobre bases más estables. Se dice que para lograr una relación sólida ésta debe ser como el agua que se pone a hervir, hay que darle tiempo para que empiece a calentar hasta la ebullición y no esperar las burbujas y el vapor en el primer momento necesariamente. ¿Ustedes qué piensan?