domingo, 29 de julio de 2012

Estrés y género


¿Cómo experimentan el estrés los hombres y las mujeres? Según algunos estudios, las mujeres son más propensas a experimentar estrés debido a la acción de una hormona en el cerebro. Sin embargo, estudios psicológicos que han comparado la sensación de estrés por sexo, señalan que si bien las mujeres señalan sentir más estrés que los hombres, ambos sexos se ven afectados igualmente cuando se miden las respuestas fisiológicas a este. Otros estudios mencionan que las mujeres tienden a enfocarse más en sus sensaciones para afrontar la situación estresante mientras los hombres se orientan a resolver el problema que ha desencadenado el estrés. También se debe tomar en cuenta las diferencias entre los estresores y cómo afectan a cada sexo, así como las diferencias de género. Se espera culturalmente respuestas diferentes de hombres y mujeres; y ello también influye en la manera de manejar el estrés. Los hombres pueden tender a la acción con más frecuencia, lo que está influido por la socialización, e  interpretar los factores causales fuera de ellos con lo que el análisis de las emociones se deja de lado. Las mujeres tienden a volcarse hacia el mundo interno, lo que puede llevarlas a deprimirse muchas veces, pero ello también propicia más posibilidades de analizar sus emociones y elaborarlas. 

viernes, 27 de julio de 2012

Los niños también se deprimen


Durante mucho tiempo se pensó que los niños no se deprimían. Esta idea se relacionaba con una visión idílica de la niñez, en la que todo es juego y fantasía, risas e inocencia, pero lamentablemente no siempre es así.
En los años 40 algunos estudios como el de Spitz que evaluó a niños hospitalizados empezaron a identificar características que hacían pensar en la posibilidad de depresión en los niños. Otros estudios como los de Bowlby y Akerson coincidieron en esta línea.
La depresión en los niños puede presentarse en algunos casos de una manera diferente a la de los adultos, lo que podría enmascararla y hacer difícil su identificación. Si bien algunos niños pueden mostrar tristeza, abatimiento y expresar lo que están sintiendo, otros, sobre todo los más pequeños, pueden evidenciar otros síntomas que podrían confundirse con distintos cuadros clínicos. Por ejemplo algunos niños pueden presentar trastornos de conducta o agresividad o manifestar recurrentes molestias físicas como dolores de estómago. Otras veces se quejan continuamente de que se aburren, lloran o se frustran fácilmente y se observa que casi nada les causa placer, se alejan de amistades o tienen problemas al dormir.
Según Nissen los síntomas más comunes en los niños son: dificultades en el contacto interpersonal, angustia, inhibición, incertidumbre, agresividad, enuresis e insomnio. Sin embargo, no necesariamente se expresarán todos los síntomas y se debe consultar a un especialista cualquiera de las señales de malestar o dificultad.
Puede haber varios factores que se relacionen con la aparición de la depresión. Las situaciones de precariedad física, material y emocional pueden afectar a los niños, así como ciertos factores de vulnerabilidad personal. Un apego inseguro con los padres o dificultades en la relación con estos pueden ser factores predisponentes. También algunas dificultades como los problemas de atención o aprendizaje pueden llevar al niño a estar en mayor riesgo de experimentar síntomas depresivos. Lo mismo ocurre cuando se vive en un ambiente familiar de excesiva tensión o han experimentado alguna pérdida importante.   
Cada niño puede manifestar señales particulares y por ello es imprescindible que los padres estén atentos a cualquier cambio en el ánimo, las relaciones interpersonales, la conducta o el rendimiento para detectar rápidamente cuál es el problema que están presentando y buscar la ayuda adecuada.

domingo, 22 de julio de 2012

Cuando pase el temblor


Los terremotos pueden causar gran impacto emocional en las personas. Ello se debe, en gran parte, a que no hay manera de anticipar el momento en que sucederá algún sismo, y cuando se presenta, se experimenta un shock emocional que impide procesar lo vivido inmediatamente. Es natural por ello, que luego del suceso algunas personas experimenten ansiedad, miedo, pesadillas, ataques de pánico, entre otras. El organismo está tratando de recuperarse del trauma emocional sufrido y necesita tiempo para elaborarlo. Algunas personas tal vez estén más preparadas para tolerar situaciones de estrés elevado; sin embargo otras, especialmente los niños, pueden ser más vulnerables. Por ello, es imprescindible estar lo más preparado posible para esa situación. Es recomendable que toda la familia tenga conocimientos sobre lo que se debe hacer frente a un sismo, se puede aprovechar los pequeños temblores para practicar las recomendaciones de defensa civil y sobre todo, tratar de mantener la calma si se da un terremoto. Generalmente lo que causa más temor en los niños es la ansiedad de los adultos que están a su cuidado. Por ello, durante y después del suceso, trasmítales tranquilidad, sosténgalos para que se sientan protegidos, permítales expresar lo que sienten y explíqueles que probablemente habrá algunas réplicas para que estén preparados. 

viernes, 20 de julio de 2012

Vacaciones en familia


Las vacaciones de medio año son una oportunidad para salir de la ciudad o realizar actividades diversas dentro de esta y pasar unos días en familia. El trabajo de los padres y la rutina diaria de cada miembro de la familia generalmente dejan poco tiempo para compartir, por ello es importante aprovechar todas las posibilidades para hacer algo juntos. El tiempo compartido en familia enriquece las relaciones familiares y fortalece el vínculo afectivo entre todos los miembros.
Hay muchas posibilidades para escoger pero algunas veces resulta difícil decidir el destino o las actividades a realizar porque cada miembro del grupo tiene sus propios gustos e intereses, sobre todo si la familia está compuesta por hijos de diferentes edades. Los niños y los adolescentes pueden tener expectativas muy diferentes sobre qué hacer en las vacaciones y es importante que todos y cada uno disfruten de sus vacaciones.
Lo ideal es que toda la familia participe en las decisiones: dónde ir,  qué hacer, qué lugares conocer, entre otras. Por supuesto son los padres los que finalmente decidirán pero es recomendable que cada uno pueda dar sus sugerencias y se escoja lo que la mayoría prefiera.
Ahora, es conveniente que el plan que se escoja incluya actividades que todos puedan realizar, o por lo menos que sea un destino donde haya diferentes actividades para cada edad. Por ejemplo, un paseo puede ser perfecto para todo tipo de familia pero un campamento en la montaña tal vez no es la mejor opción para familias con niños pequeños o adultos mayores.
No obstante, la elección dependerá de cada familia y será  importante ser flexible y estar abierto a todas las posibilidades. Esto es especialmente necesario con los adolescentes quienes pueden ser los más reacios a pasar sus días libres con la familia, ya que comúnmente están más interesados en salir con amigos y realizar actividades con gente de su edad.
Una buena opción en este caso es permitir que inviten a un amigo al paseo o viaje familiar. Ello permitirá que esté más animado. Otra opción es escoger un lugar en donde podrá conocer otras personas de su edad o llegar a un acuerdo para pasar unos días con la familia y el resto de las vacaciones con los amigos. Esto por supuesto dependerá de la edad del adolescente. En todo caso, no es recomendable forzarlos a hacer algo que no desean. El objetivo es que todos puedan disfrutar de momentos agradables en familia que luego podrán recordar con cariño.

lunes, 16 de julio de 2012

Entrevista sobre jóvenes y alcohol

Terapias psicológicas


Cuando alguien busca ayuda psicológica generalmente se pregunta qué tipo de psicólogo(a) debe consultar para su problema y qué tan eficaz puede ser el tratamiento. La primera aproximación tal vez se relacione con el tipo de dificultad que esté atravesando: ¿es personal o de pareja, especialista en niños o problemas familiares? Cuando se indaga más, se descubre que además existen diferentes tipos de terapias psicológicas o psicoterapias, lo que puede abrir diversas posibilidades. Esto es positivo pero seguramente se preguntará cuál elegir entre tantas opciones. Seguramente ha escuchado de la terapia psicoanalítica, la terapia cognitivo conductual o la terapia sistémica, entre otras. Cada una se ha desarrollado a partir de las diferentes corrientes teóricas dentro de la psicología clínica y tienen aproximaciones y técnicas particulares. No obstante, la mayoría de estudios comparativos sobre la eficacia de las psicoterapias han encontrado que todos los tipos de terapia psicológica tienen una eficacia similar, que está basada en gran medida, en una buena relación terapéutica entre el psicólogo y el paciente. Otros factores importantes para lograr resultados son la motivación de la persona hacia su tratamiento y el compromiso con este. Por ello, lo ideal es encontrar el tipo de psicoterapia con la que se sienta más cómodo y que logre colmar sus expectativas. Usted elige.

jueves, 12 de julio de 2012

Iniciar la convivencia


Decidirse a vivir en pareja es una de las decisiones más importantes de la vida adulta. Dejar la familia de origen para formar una propia, es una tarea propia del desarrollo como persona. Sin embargo, no es un paso sencillo. Implica el compromiso afectivo y logro de la intimidad con otra persona fuera de la familia de origen.
Además es necesario alcanzar la madurez emocional suficiente para lograr la autonomía e independencia de nuestros padres. Solo así se puede empezar adecuadamente una nueva etapa y asumir el reto que implica formar una familia propia sin arrastrar dependencias y dificultades previas.
Muchas personas pueden utilizar el matrimonio o la convivencia como una manera de salir de sus hogares, un intento de escapar de los problemas familiares. Esto, no obstante, solo llevará a cambiar una dificultad, dependencia o necesidad de protección, por otra. Por ello es indispensable solucionar los problemas personales y vinculares previos, así como aprender a relacionarnos saludablemente con nosotros mismos y con los demás antes de construir una vida con otra persona.
Lo ideal es que cada uno pueda vivir solo un tiempo y pasar por la experiencia de independencia familiar (ello implica no solo autonomía económica sino también emocional), antes de comprometerse con otra persona. Si bien esto es común en otros países, en el Perú se suele pasar de la familia materna a la convivencia en pareja, y en varios casos, luego del matrimonio se vive con la familia de origen de uno de los miembros de la nueva pareja. Esto puede traer dificultades añadidas a las propias de la vida en pareja.
En cualquier caso, el primer año implica un proceso de adaptación. Es indispensable conocerse como pareja, aprender a aceptar las cualidades y defectos del otro y sentar las bases para construir un proyecto de vida conjunto.
Es imprescindible también brindar el respeto necesario hacia la otra persona y hacia los espacios individuales de cada uno, los que se aconseja mantener. Cada miembro de la pareja debe conservar sus propios espacios en el trabajo y con los amigos pero a la vez construir nuevos espacios como pareja, aprender que ahora son un equipo y deben compartir también con el otro para tomar decisiones y solucionar problemas conjuntamente. Todo ello permitirá que crezcan como personas y como pareja.

domingo, 8 de julio de 2012

Permiso para conducir


En el Perú el permiso para conducir se puede obtener a los 18 años regularmente, y excepcionalmente, a los 16 si el o la adolescente ha contraído matrimonio o tiene un oficio que puede certificar. La lógica de esta regla es suponer que estos requisitos confieren responsabilidad y madurez inmediata a los jóvenes. Sin embargo, el matrimonio o un certificado no necesariamente garantizan las aptitudes ni las actitudes adecuadas para ser buen conductor. Tampoco la edad es un criterio absoluto pero se espera que a mayor edad se logre mayor responsabilidad y discernimiento. Algunas características de la adolescencia como la inexperiencia, la presión de los amigos o la necesidad de probar sus habilidades pueden ponerlos en mayor riesgo al volante, más aún si se añade el consumo de alcohol. Los adolescentes tienden a pensar que nada grave les pasará, tienden a no pensar en las consecuencias de sus actos y buscan experimentar sensaciones nuevas. En general, viven el momento y se sienten en control de la situación. Ahora, es verdad que algunos jóvenes pueden ser más responsables que otros; por ello, sería más conveniente, centrarse en evaluar características como impulsividad, propensión a la búsqueda de sensaciones, responsabilidad, seguimiento de normas y preocupación por la seguridad propia y la de otros, como criterios más fiables para obtener el brevete.

domingo, 1 de julio de 2012

Charada extrema


“La clave”, juego que consiste en que un grupo le pegue a otro hasta adivinar la palabra secreta, está extendiéndose entre los adolescentes limeños. Esta suerte de charada “moderna” resulta peligrosa y ya ha enviado a varios adolescentes al hospital. Algunos especialistas han señalado la falta de afecto y la violencia doméstica como factores causales de este juego pero imagino que muchas personas se preguntarán si todos los adolescentes que participan en esta actividad son maltratados. Hay diversas maneras de estar expuestos a la violencia. Este “juego” parece ser el resultado de un fenómeno social que indica el nivel de violencia a la que estamos expuestos cada día en todos los ámbitos, incluyendo las películas y los videojuegos. Cada vez se buscan estímulos más violentos, más extremos, más adrenalina; y ello lleva a una desensibilización progresiva hacia la violencia. Si los adolescentes continuamente destrozan a los personajes de los videojuegos, las personas pueden ser vistas como una animación virtual más que derribar. No hay consciencia del daño que se puede infligir hasta que algo grave sucede. Por supuesto, hay otros factores involucrados. Algunos jóvenes serán más violentos y la necesidad de mostrar virilidad y establecer claramente su identidad masculina, convencerá a otros. Hable con sus hijos y explique el daño irreversible que esto puede ocasionar a ellos mismos y a sus compañeros.