jueves, 22 de marzo de 2012

Hábitos y horarios en casa


Marzo es un mes complicado para padres e hijos. Luego de varias semanas de vacaciones, los niños deben readaptarse al horario escolar: levantarse temprano, almorzar más tarde, hacer tareas, dormir más temprano, entre otras actividades necesarias para organizar el tiempo y la rutina diaria. Ello es difícil, sobre todo los primeros días, pero indispensable para todos, especialmente para los chicos.

Los niños no nacen con hábitos de estudio ni el autocontrol necesario para establecer una organización elaborada de tiempo y actividades; necesitan normas y hábitos adecuados que les provean una estructuración clara. Ello les permitirá estudiar y realizar todas sus tareas ordenadamente y les brindará además seguridad, control y responsabilidad sobre sus obligaciones, lo que deberá ir creciendo a medida que el niño lo hace. Es por ello, que se debe crear un horario adecuado que le permita organizar sus actividades y adquirir hábitos saludables, desde levantarse temprano, desayunar, ir al colegio, hacer tareas, comer, bañarse y dormir a horas adecuadas.
Algunas pautas útiles en relación a esto son:

Elabore el horario de actividades con su hijo. Si bien el padre es el que organizará el tiempo, es importante escuchar y motivar al niño a que participe en su horario. El objetivo es que se sienta cómodo con la distribución de las actividades para que pueda seguirlas con facilidad.

Premie el esfuerzo y el cumplimiento de tareas y actividades diarias. Ello lo motivará a seguir realizándolas y permitirá que adquiera gusto por la organización y disciplina.

Sea flexible. Si bien los horarios deben respetarse, hay algunas circunstancias en las que se puede hacer una excepción en algunos puntos del horario y rutina. Por ejemplo, cuando surgen actividades ocasionales (una reunión familiar, cumpleaños de amigos, etc.).

No se olvide del descanso. Es imprescindible que se tome en cuenta en el horario un tiempo apropiado para descansar o hacer actividades recreativas como jugar, dibujar o dedicarse a algún pasatiempo.

Limite las horas de televisión, computadora o videojuegos. Se debe dosificar estas actividades pero no las elimine completamente. Tome en cuenta que los niños y particularmente los adolescentes, comparten ciertos códigos que les permiten sentirse adaptados socialmente y parte de su grupo de pares.

Para terminar, es fundamental que los padres den el ejemplo, mostrando hábitos apropiados y manteniendo el orden en sus actividades. No hay que olvidar que buena parte del aprendizaje de los niños se da por imitación.

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