domingo, 17 de abril de 2011

Amor y estudios

Generalmente escuchamos a los padres decir que sus hijos no deben tener enamorado (a) porque descuidarían sus estudios. La creencia extendida es que el amor y los estudios no son compatibles, ya que mantener una relación amorosa favorece que las personas pierdan el tiempo, se distraigan y dejen de lado lo que debería ser su prioridad. No obstante, desde esa misma lógica tampoco podrían mantener una relación amorosa los adultos que estén haciendo una maestría o postulando a un puesto más alto en el trabajo. No necesariamente uno debe optar por uno u otro, lo adecuado es balancear el tiempo que se le da a cada aspecto. Entonces ¿Qué puede estar detrás de esta creencia? Una posible explicación es que tras esa oposición sobre las relaciones amorosas de los hijos se esconda el temor a que interrumpan sus estudios por un embarazo no deseado pero ello no se dice directamente. Lo paradójico es que el miedo a hablar del tema, tal vez para no conjurarlo, hace que se prohíba de raíz cualquier relación, lo que a la larga puede traer más dificultades, ya que resulta más atractivo lo prohibido, y sin información, guía ni prevención, podría ocurrir justamente lo que los padres temen.

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