viernes, 11 de febrero de 2011

PSICOMAIL
Tenemos que hablar

Por: Adhara Ampuero Sala
 
El otro día una amiga me contó que su enamorado le había dicho: “Tenemos que hablar”. Inmediatamente supe que la relación estaba a punto de terminar. La mayoría ha escuchado o ha dicho esta frase en algún momento de su vida y es probable que se le haga un nudo en el estómago al recordarla, ya que es generalmente el inicio de la conversación para terminar una relación. Es un código compartido en el lenguaje coloquial de hombres y mujeres, que detona inseguridades y temores de abandono. Uno se pregunta qué hizo mal, qué pudo hacer mejor, dónde se equivocó… No se puede evitar pensar si la pareja volvió a ver a su ex o si tal vez conoció a otra persona. Esta sencilla frase trae a nuestra mente diversas fantasías que aparecen como una película en la que vemos en imágenes nuestra vida inmediatamente después de la separación. ¿Solo o sola otra vez? ¿Encontraré a otra persona? La incertidumbre de lo que nos dirán lo nubla todo y todavía no hemos hablado. Pero si analizamos las cosas desde otro ángulo, esta frase también tiene una parte positiva. Nos permite prepararnos emocionalmente y replantear nuestras expectativas amorosas. Armar nuestras defensas psicológicas para amortiguar el golpe y que la conversación no nos tome desprevenidos. Nos da un tiempo para crear una estrategia que nos ayude a proyectar una fachada de compostura con la que podamos controlar la situación y seguir con las convenciones de una separación. Después de todo, quién no prefiere quedar “como amigos”.

*Publicado en la sección Mi Hogar de El Comercio el Domingo 6 de Febrero del 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario