Pasar el rato con amigos, conversando y riendo de mil anécdotas es realmente divertido y terapéutico. El compartir bromas nos alivia, aligera nuestros problemas y nos coloca una sonrisa en la cara que continúa aún los días siguientes cuando recordamos partes de la conversación. La mayoría de personas estaría de acuerdo en que nos sentimos mejor cuando reímos y estamos de buen humor, pero ¿hay realmente un cambio en nuestro organismo? Si bien los estudios sobre los beneficios del humor en la salud física aún no son concluyentes, sí hay pruebas de que el sentido del humor ayuda a reducir el estrés, y por lo tanto, mejora la salud mental, e indirectamente la física, ya que muchas enfermedades se originan o se agravan con el incremento del estrés. El sentido de humor (positivo y no agresivo o auto destructivo) se asocia también a mayor autoestima y bienestar psicológico, menor depresión y ansiedad, entre otras. Además es un ingrediente fundamental en la capacidad de resiliencia de las personas. Es decir, la capacidad de sobreponerse a eventos adversos y de adaptarse a situaciones difíciles. El sentido del humor nos permite enfrentarnos a diferentes situaciones de manera positiva, y ello ya es una ventaja a la hora de resolver problemas. Entonces vale la pena intentarlo, disfrutar todo lo que se pueda con nuestros amigos y familiares, tomar con humor las cosas que suceden a nuestro alrededor e incluso reírnos de nosotros mismos.
*Publicado en el segmento Mi Hogar de El Comercio el domingo 27 de febrero de 2011.
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