domingo, 30 de junio de 2013

efectos psicológicos luego de un sismo

El temor a los temblores es común, ya que vivimos en un país sísmico. Cada movimiento reactiva el miedo de las personas aunque cada una reacciona de manera diferente de acuerdo a sus experiencias. Los que recuerdan los terremotos pasados usualmente temen que se desencadene un desastre con cada movimiento. Lamentablemente no están lejos de la realidad, ya que un gran sismo podría ocurrir en cualquier momento según los expertos.
Los terremotos pueden causar gran impacto emocional en las personas. Ello se debe, en gran parte, a que no hay manera de anticipar el momento en que sucederá, y por lo tanto, prepararse psicológicamente para ello. Cuando se presenta un temblor fuerte, las emociones irrumpen y es difícil procesar lo vivido inmediatamente. Por esta razón es natural que luego del suceso, algunas personas experimenten ansiedad, miedo, ataques de pánico, entre otros síntomas.


Luego de un desastre, el organismo necesita recuperarse del trauma emocional sufrido y requiere de tiempo para elaborarlo. Por eso, es posible que se den cuadros de Estrés Post Traumático entre las víctimas de terremotos. La persona revive el episodio traumático una y otra vez, lo que afecta su vida cotidiana. Se presentan niveles elevados de ansiedad, temor, dificultades para dormir y pesadillas recurrentes. Una terapia de intervención en crisis permite que la persona pueda recibir soporte emocional inmediatamente luego del desastre, lo que la ayudará a reconstruir su vida más rápidamente. Es necesario proporcionarle a la persona la posibilidad de entender lo que vivió y elaborar todo lo sucedido para recobrar la tranquilidad.
Los niños son un grupo especialmente vulnerable para tolerar situaciones de estrés elevado. Generalmente lo que causa más temor en estos es la ansiedad y miedo que observan en los adultos que están a su cuidado. Por ello si ocurre un temblor, es importante trasmitirles tranquilidad, sostenerlos para que se sientan protegidos durante el movimiento y enseñarles a colocarse en un lugar seguro. Luego del sismo, permítales expresar lo que sienten y explíqueles que probablemente habrá algunas réplicas para que estén preparados.

Es imprescindible estar lo más preparado posible para un sismo. Es recomendable que toda la familia tenga conocimientos sobre lo que se debe hacer frente a un temblor. Se puede aprovechar los movimientos de baja intensidad para practicar las recomendaciones de defensa civil y sobre todo, tratar de mantener la calma para reaccionar apropiadamente en el caso de que se dé un terremoto. 

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