domingo, 29 de mayo de 2011

Secretos públicos

PSICOMAIL
Por: Adhara Ampuero Sala
Domingo 29 de Mayo del 2011

En las redes sociales la gente hace pública su vida privada. Cada día millones de personas publican fotos, dejan comentarios, actualizan sus estados. ¿Cuál es la motivación para hacerlo? ¿Por qué se disfruta al publicar algunos aspectos íntimos? Por supuesto lo que se comparte puede ser diverso, pero fuera de algunos comentarios directos y concretos que no dejan duda, hay otros que suelen atraer más nuestra atención porque son crípticos y despiertan nuestra curiosidad. Deseamos conocer los secretos de los demás y que los demás conozcan los nuestros.
Estas publicaciones tienen una característica que se repite generalmente: los contenidos que se colocan van dirigidos a uno mismo o a otra persona (o personas) que logran captar el mensaje y dejan a otros sin entender. Dichas frases podrían ser expresadas directamente pero parece ser más satisfactorio decirlas en clave solo para algunos. Se muestra así cierta satisfacción en hacer público algo privado. Esta satisfacción pasa por dar la información incompleta, con un ‘link menos’ que solo algunos pueden descifrar. El elemento faltante permite dar sentido a todo lo demás y la complicidad entre los que entienden aumenta la satisfacción. Se satisfacen entonces algunos deseos en ese espacio virtual: mirar y ser mirado, participar y hacer partícipe a otro.

2 comentarios:

  1. Parece hasta lógico pensar que en una época en la que las redes tradicionales (matrimonio, amigos, la familia en general), se encuentran sino en crisis, por lo menos en franca reestructuración; ese espacio social, ahora vacío, sea ocupado por las redes virtuales; las que además de permitirte estar en contacto con tus amigos de siempre; también te permite "invadir" un espacio adicional, que no tenían las redes anteriores: "El Muro", que para mí es como pararte en medio de la Plaza de Armas y gritar:"Que Viva la U, Carajo"; solo que acá, tu "voz" ha sido escuchada por todos quienes conforman este mundo virtual. Entonces, logra el viejo sueño de todo ser humano, el respeto: Escribes, entonces, existes. Pero, inmediatamente después, inventamos una segunda necesidad: La trascendencia. Escribir esa frase que mucha gente no entenderá; pero que todos considerarán enigmática. Y, aunque la frase no dure más de lo que desinteresadamente apretamos flecha abajo (o rueda abajo, si estamos usando el mouse), habrá logrado su cometido. Convertir al remitente en miembro directivo de una logia, que muchas veces, está compuesta sólo por él mismo ... , o peor.

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  2. Es también decir: acá estoy, hacernos escuchar. Una nueva manera de relacionarnos, parece que los vínculos virtuales van ocupando cada vez más espacio que los vínculos reales ...

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