¿Cuántas veces es adecuado
mirarse en el espejo diariamente? Probablemente no hay un número exacto que
ponga un límite pero si usted no puede dejar de hacerlo en cada espejo, vidrio,
pantalla o cuchara, tal vez es demasiado. La obsesión por mirar nuestro reflejo
ha existido siempre como da cuenta el mito de Narciso. La bruja de Blanca
Nieves es otro ejemplo de la obsesión por consultar al espejo y constatar si la
imagen que proyectamos es la mejor. Ambas historias nos advierten que la
vanidad tiene consecuencias negativas. Sin embargo, ello es justamente lo que
se privilegia actualmente. La conducta de mirarse en el espejo constantemente
puede revelar una contemplación excesiva de los rasgos físicos o una búsqueda
frenética por detectar defectos físicos, signos de la edad o cualquier cambio exterior.
Hay una necesidad permanente de confirmar que proyectamos una imagen perfecta,
lo que está avalado por la cultura. Es saludable preocuparse por la imagen con
mesura, la autoestima física es parte constitutiva de la autoestima global pero
no lo es todo como vende la sociedad actual. Hay que aprender a valorar otros
aspectos que no se aprecian en el espejo y entender que lo que vemos allí es solo
un reflejo y no la esencia de lo que somos.
*Imagen Narciso de Caravaggio
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