martes, 11 de febrero de 2014

Edad adecuada para entrar a la universidad

Las opciones para estudiar en la universidad son abundantes hoy en día. Hay varias universidades con una oferta amplia de carreras que ofrecen además varias modalidades de admisión, e incluso, han empezado a captar a estudiantes de los últimos grados de secundaria.
Seguramente en términos de marketing es una excelente idea pero ¿están los chicos de 14 años preparados para pensar lo que quieren estudiar y esbozar una decisión vocacional tan temprano?, ¿hay una edad específica para tomar esa decisión? No la hay. Cada joven tiene su propio ritmo y recorre un camino particular de descubrimiento personal pero ello toma tiempo. Algunos pueden tener claro lo que les gusta desde la adolescencia temprana, pero no es el caso de la mayoría; y si toman una decisión apresurada lo más probable es que cambien de opinión a mitad de camino y deban empezar todo el proceso nuevamente.
Decidir que se va a hacer el resto de la vida no es una decisión fácil. ¿Cómo ayudarlos a determinar su vocación? La tarea de los padres es acompañar el proceso de clarificación de la vocación de sus hijos sin interferir. Pueden ayudarlos abriéndoles el panorama, brindándoles información sobre todas las áreas que le interesen o permitiéndoles acercarse a profesionales que les den una idea pragmática del área que desarrollan.
Si bien las universidades, los colegios y la sociedad en general empujan a los jóvenes a decidir rápidamente, es importante que los padres no los presionen. Se les debe brindar el tiempo necesario pero, por supuesto, sin dejarlos que abandonen la decisión y se queden indefinidamente sin hacer nada. Tampoco es recomendable imponerles una carrera. Ellos solos deben decidir qué es lo que quieren estudiar, aunque la tradición familiar dicte otra cosa.
Ayúdelos a reflexionar sobre lo que realmente les gusta, pregúnteles cuáles son sus hobbies, qué soñaban hacer cuando eran niños, evalúe con ellos sus habilidades y talentos. Por allí están las pistas.

La búsqueda de la vocación no es algo externo. Es más bien un proceso de reconocimiento interno. Tiene que ver con lo que somos, es parte de la propia manera de ser y se relaciona con nuestra identidad. Por ello, las personas que encuentran su verdadera vocación se sienten realizadas y tienen la sensación de que todo encaja y están en el lugar donde deben estar, haciendo lo que más les gusta. Es una de las decisiones más importantes que tomarán en su vida y por ello requiere del tiempo necesario. No los apure.

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