Muchos padres llegan a la
consulta psicológica preocupados porque sus hijos “mojan la cama”. Este
problema es llamado enuresis y es un síntoma relativamente común en los niños.
Fuera de algunos casos en los que la enuresis se debe a problemas físicos
específicos, la mayoría de veces es un síntoma que se relaciona a factores
emocionales. Si bien no se puede establecer un perfil de personalidad
específico de los niños que presentan este síntoma, dificultades psicológicas
como ansiedad, temores, pesadillas o problemas en el entorno (separación de
padres, muerte de algún familiar, el nacimiento de un hermano) pueden
desencadenar o agravar el problema. Las dificultades con los padres, ya sea en
la relación afectiva o en la educación del control de esfínteres, también se han
relacionado con la génesis de la enuresis. Padres excesivamente rígidos con la
limpieza o que inician la educación del control de esfínteres muy
tempranamente, pueden provocar que aparezca este problema. No se debe olvidar
que el control de esfínteres se dará cuando el niño esté maduro físicamente
para lograrlo, no antes. Por otro lado, padres sobreprotectores también podrían
dificultar que el niño logre aprender a controlar su vejiga. Será necesario
evaluar cuáles son los factores causantes del problema en cada caso para
tratarla.
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