jueves, 8 de noviembre de 2012

Pareja y familia


Se dice que los opuestos se atraen cuando se ve parejas que parecen tener poco en común aunque en la mayoría de los casos se refieren a aspectos externos como diferencias de edad, procedencia, cultura y no tanto a características de personalidad. Lo cierto es que la atracción puede surgir entre las personas sin importar qué tan parecidas o diferentes son. No obstante, la atracción por sí sola no garantiza la posibilidad formar una relación o consolidarla a largo plazo. 
Construir una relación de pareja es algo más complejo. Hay diversos factores que entran en juego, algunos más determinantes que otros. Los intereses similares, las vivencias, la crianza y los valores compartidos son importantes para lograr un entendimiento a la hora de tomar decisiones, resolver problemas y lograr una relación de pareja estable. Sin embargo, algunas diferencias pueden ser vistas como inaceptables para la familia.
Una de las dificultades que pueden surgir para una pareja de edades o condiciones socio-económicas diferentes es la opinión negativa e intromisión de la familia. Lo que se quiere y busca en una pareja no siempre concuerda con lo que los padres desean para el hijo o hija.
Los padres, que intentan buscar siempre lo mejor para sus hijos, tienden a evaluar a cualquier pretendiente o pareja como inadecuado. Nadie estará nunca a la altura de lo que se merecen sus hijos o hijas. ¿Qué puede estar sucediendo?
En algunos casos los padres pueden sentir que sus hijos son una extensión de ellos mismos y sus propios deseos son trasladados a ellos. Se busca decidir por ellos, porque creen que es lo mejor y saben lo que más les conviene.  
Cuando se da el caso que no están de acuerdo con la elección de pareja de los hijos, habría que preguntarse: ¿se tiene la convicción de que la relación de pareja puede ser dañina para alguno de los implicados o los argumentos están sostenidos en prejuicios o estereotipos sociales rígidos? ¿Se busca aconsejarlo para darle otra perspectiva y evitarle sufrimiento o es que no se acepta que son adultos y se les sigue viendo como niños que necesitan ser protegidos y guiados en cada paso de su vida?
Toda relación saludable se basa en el respeto, la consideración y la confianza. Esto es válido también para las relaciones familiares. No es sencillo aceptar que los hijos son personas independientes, que tienen derecho a tomar sus propias decisiones, cometer sus propios errores y tener la pareja que crean conveniente, pero es necesario dejarlos crecer y apoyarlos en el camino que ellos escojan. 

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