domingo, 21 de abril de 2013

¿Qué hacer si su hijo es víctima de bullying?


El bullying se refiere a las conductas de acoso que se producen repetidamente hacia una misma persona y generalmente se dan en el contexto escolar. La violencia puede ser verbal, física, o ambas, y se realiza con una clara intención de molestar y humillar a la víctima. Muchas veces el hostigamiento ocurre por vía virtual: se utilizan mensajes de texto, redes sociales o correos electrónicos. Esto puede velar la gravedad del problema, ya que el acoso sucede generalmente en espacios en los que los adultos no están presentes. Por ello debe estar alerta a cualquier señal de riesgo.
Si detecta que su hijo está siendo víctima de bullying debe buscar la mejor manera de enfrentar el problema, ya que se trata de una situación delicada. Los niños generalmente no quieren hablar con los adultos porque temen que el acoso empeore. Por ello, es necesario tener cuidado de no agravar el problema con las actitudes y acciones que se tomen apresuradamente. No haga ningún escándalo en el colegio o con los padres del otro niño pero tampoco se mantenga al margen sin hacer nada. La dificultad no se resolverá sola y es posible que empeore. Por ello hay que buscar una forma reflexiva y racional de solucionar el problema.

En primer lugar es necesario hablar con su hijo o hija del asunto. Muéstrele su apoyo, bríndele soporte emocional y dígale que puede confiar en contarle lo que sea que usted estará ahí para ayudarlo y que encontrarán juntos una solución.
No lo presione o amenace, gane su confianza. Se debe mantener la calma y averiguar detalladamente lo que sucede. Pídale que explique todo lo que ha ocurrido y cómo ha reaccionado ante el acoso hasta el momento. Por más grave que sea la situación deje claro que responder con violencia o buscar venganza, solo hará que el problema continúe. Enséñele comportamientos asertivos para acabar con el hostigamiento. Se debe reforzar la autoestima y las habilidades sociales del niño. Una terapia de apoyo emocional ayudará al niño a sobreponerse y enfrentar la situación. 
Paralelamente es recomendable hablar con el colegio. Pedirles que investiguen y tomen las acciones correctivas correspondientes. El colegio debe citar a los padres del niño agresor y recomendar un tratamiento psicológico para este. Pregunte qué hará el colegio para prevenir nuevos casos y mantenga una comunicación constante con los profesores.
No olvide que es importante manejar el tema con mucho tacto para reparar el daño emocional y fomentar la reconstrucción de las buenas relaciones interpersonales de todos los niños implicados. No hay que olvidar que en ambos lados se requiere de ayuda psicológica. 

2 comentarios:

  1. mas que mandar a nuestros hijos al colegio lo primero como padres nos deberíamos preocupar de que si estos realmente son felices ya que de nada nos valdrá el esfuerzo de querer que sean unos genios si estos mismos no son felices y capaces de valerse por si mismos.

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  2. ver a un hijo triste es muy feo prefiero que sea feliz y útil para la sociedad.

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