lunes, 16 de septiembre de 2013

Los niños y el divorcio

El divorcio es una de las situaciones más estresantes que puede atravesar una familia y los niños son usualmente los más vulnerables, ya que no tienen ningún control de lo que ocurre y sus recursos personales son aún limitados. El lenguaje está todavía en proceso de desarrollo y ello dificulta que logren expresar las emociones que están experimentando. Generalmente sus conductas son las que muestran su fastidio y preocupación. Es común que presenten algunos síntomas que expresen la tensión por la que están pasando como cambios de conducta y de ánimo, temores, sensación de pérdida y tristeza. Pueden temer ser abandonados o sentirse responsables por la separación de sus padres. Los más pequeños tienden a manifestar conductas regresivas como volver a mojar la cama o usar chupón. También es probable que manifiesten irritabilidad, rabietas, trastornos de sueño y apetito, ansiedad de separación, dolores de cabeza y barriga, entre otros. Es crucial estar atento a cualquier cambio en el comportamiento. No obstante, las reacciones de los niños ante el divorcio variarán de acuerdo a las características propias de cada uno, la actitud de los padres, la calidad del vínculo con los hijos y manejo del divorcio. Recuerde que el conflicto trae más dificultades que el divorcio en sí mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario