La ansiedad es una respuesta
emocional natural que se dispara cuando la persona percibe o interpreta una
situación como amenazante o peligrosa. Es un sistema de alerta que tiene como
función advertir y activar al organismo frente al riesgo y prepararlo para
luchar, huir, evitar una situación temida o buscar apoyo. Se presentan diversos
síntomas físicos como temblor, taquicardia, respiración agitada; todo ello
sirve para preparar al cuerpo para la acción. Esto es imprescindible para la
supervivencia. Sin embargo, en la mayoría de casos no estamos frente a un
peligro inminente, sino frente a eventos estresantes (problemas familiares o
laborales, por ejemplo) que impulsan igualmente las señales de alerta de
nuestro cuerpo. Otras veces la ansiedad se dispara frente a peligros que pueden
originarse dentro de la persona y no fuera de ella. En estos casos la respuesta
de ansiedad es un síntoma de un conflicto psicológico que se interpreta como
amenazante para la persona. Los impulsos o pensamientos inaceptables amenazan
con irrumpir sin control y la persona experimenta ansiedad. Cuando se
sobrepasan determinados límites, la ansiedad se convierte en un problema de
salud y se puede configurar un trastorno de ansiedad. Las fobias, el trastorno
obsesivo compulsivo y el trastorno de estrés post traumático son algunos tipos
de este trastorno.
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