La adicción es un problema
de salud pública y los jóvenes son particularmente propensos a caer en esta
conducta por ciertas características particulares de esta etapa. De acuerdo a
la OMS, el uso de sustancias se inicia cada vez más temprano entre los jóvenes,
lo que puede llevar a un abuso y dependencia de estas sustancias. La
curiosidad, la búsqueda de sensaciones y la presión de los amigos, generalmente,
empujan al adolescente a probar alguna sustancia e iniciar el abuso. Algunos
factores personales y familiares además, pueden incrementar la conducta de
consumo. Entre ellos, la baja autoestima, el pobre control de impulsos y la
poca tolerancia a la frustración, podrían desencadenar que se establezca un
consumo regular, ya que los efectos de las drogas proveen un “alivio”
momentáneo de los problemas. Por otro lado, la falta de soporte familiar y una
comunicación deficiente con los padres pueden agravar el abuso de drogas. Muchos
jóvenes no se plantean el riesgo a largo plazo que puede traer la conducta de
experimentación con drogas. Un estudio de CEDRO señala que el 36% de jóvenes
universitarios no percibe ninguna posibilidad de daño en el uso de estas. Este
dato debe ser tomado cuidadosamente en cuenta por los padres para prevenir el
consumo de drogas en sus hijos.
*Publicado el domingo 29 de abril de 2012 en el suplemento Mi Hogar de El Comercio.
no me gusto para nada
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