jueves, 4 de octubre de 2012

Patrones de crianza equitativos


Educar a los hijos no es una tarea sencilla, y hacerlo de manera equitativa es más complicado aún. Si bien los padres buscan dar la misma atención, interés y oportunidades a niños y niñas, en muchas ocasiones, se tienden a repetir algunas pautas de crianza que hacen diferencias entre los sexos.

Se puede pensar que esto ya no ocurre pero en muchos hogares sigue siendo una práctica común que puede pasar desapercibida. Estos patrones de crianza se han trasmitido de generación en generación desde mucho tiempo atrás y siguen influyendo en la manera de criar a los hijos.
La crianza diferenciada no siempre se da de manera tajante como privilegiar a los niños con la posibilidad de estudiar y dejar a las niñas en el hogar. En nuestro medio, la mayoría de veces se trata de diferencias sutiles como limitar los juegos activos en las niñas, alertarlas sobre ensuciarse la ropa o incentivarlas a que ayuden en las tareas domésticas desde pequeñas. Mientras tanto a los niños se les permite más libertad al jugar, se espera que se ensucien, no se les permite llorar, se celebra que jueguen bruscamente y se les sugiere que lavar los platos o tender la cama es cosa de mujeres.

El trato diferencial por sexo comienza incluso antes del nacimiento. La ropa, los juguetes, la decoración del cuarto será diferente dependiendo del sexo del bebé. La manera de amamantarlo, acariciarlo y tratarlo también. Además, los roles diferenciados serán adquiridos observando las actividades y maneras de comportarse de ambos padres. La sociedad y cultura también reforzarán las conductas que encajan con los estereotipos relacionados a su sexo y los niños lo captarán incluso antes de hablar correctamente.
¿Cómo hacer entonces para lograr una educación equitativa de niños y niñas? Es importante dar las mismas oportunidades y hacer cumplir las mismas reglas a niños y niñas en el hogar y ello debe estar acompañado del ejemplo de ambos padres. Si en la familia se hacen diferencias categóricas entre hombres y mujeres, como que la madre solo se dedica a la casa y a sus hijos; y el padre solo trabaja y jamás ayuda en labores domésticas, los hijos aprenderán de ese ejemplo. Si a los niños o jóvenes se les permite salir con amigos y a las niñas o adolescentes no, o se establecen normas de conducta diferente de acuerdo al género, se seguirán trasmitiendo patrones discriminatorios de crianza. Es necesario estar muy conscientes de los modelos que se trasmiten a los niños y niñas, para evitar limitar las oportunidades, el desarrollo y posibilidad de expresión de uno u otro sexo.

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