jueves, 18 de octubre de 2012

Jóvenes y tiempo libre


Se suele pensar que tener tiempo libre es un riesgo para los adolescentes. Los adultos generalmente miran con recelo que los jóvenes pasen tiempo con los amigos “sin hacer nada”, jueguen en la computadora o vean televisión. Se escucha usualmente en los medios el pedido de losas deportivas como si eso automáticamente impidiera que los muchachos caigan en conductas inadecuadas.
Por supuesto que es importantísimo que los adolescentes participen en actividades deportivas como complemento a su formación escolar y es necesario que cuenten con las instalaciones para ello. No obstante, los momentos de ocio son también importantes para toda persona y ello no significa necesariamente estar perdiendo el tiempo, en riesgo de consumir drogas o de realizar actos delictivos.
Se debe recordar que los adolescentes están inmersos en un proceso complejo de cambios físicos, psicológicos y sociales. Todas sus vivencias están enfocadas en la formación de su identidad personal; y así como la formación académica estimula el desarrollo cognitivo y el deporte promueve la salud, el tiempo libre tiene vital importancia en el desarrollo social y de su personalidad en general.
El tiempo libre de los jóvenes generalmente es utilizado para relacionarse con otras personas y el entorno. El grupo de pares les brinda soporte emocional e identificación, así como la posibilidad de alejarse del mundo de los adultos. Pero también les permite desarrollar otras actividades que sean de su interés y que puedan contribuir a su desarrollo personal como las actividades culturales (teatro, música) o sociales (voluntariado). Todas las actividades que realicen les ayudarán a ir descubriendo su vocación y lo que quieren hacer en el futuro.
Por supuesto, los padres deben permanecer cercanos emocionalmente y atentos a cómo están utilizando el tiempo libre sus hijos. Es conveniente estimular alternativas atractivas y de entretenimiento que estén en relación con los intereses particulares de cada uno y permitirles también descansar adecuadamente. El ocio no solo debe ser activo, además es importante una dosis de ocio pasivo, ya que aunque no estén realizando ninguna actividad física, están orientados a su mundo interno en esos momentos.
Por supuesto es importante dosificar cada actividad, cada momento puede ser fructífero en porciones adecuadas, incluso el descanso. Mientras los jóvenes puedan organizar su tiempo adecuadamente y cumplan con sus obligaciones de estudios o trabajo, no tendría por qué preocuparse.

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